Colectivo LGTBI+: "No son privilegios, son nuestros derechos"

Valladolid

El 17 de mayo de 1990, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud retiró la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Hasta los años 90, la orientación sexual de una persona era considerada una enfermedad y lo peor de todo es que así lo creían los científicos y sanitarios, así se explicaba en las facultades de medicina y así trataba la población a un colectivo que lo único que quería (y quieren) era amar con libertad.

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Por suerte, a la mayor parte de la población eso que ocurría a finales del siglo pasado nos parece una aberración, pero aún existen grupos de personas que discriminan a los demás por su orientación sexual o su identidad de género. Incluso hay países en los que ser homosexual es un delito, otros en los que se fomentan terapias de curación y, en muchos de estos casos, respaldados por partidos políticos que quieren llevar a la sociedad a una época más oscura, a las cavernas, en la que ellos estarían muy a gusto cercenando las libertades de los demás.

Por todo esto es necesario que exista una ley que proteja los derechos del colectivo LGTBI+ y en comunidades como Castilla y León no la hay.  Amanda Azañón es la presidenta de la Federación de Lesbianas, gais, transexuales y bisexuales de Castilla y León y nos ha contado algunas de las situaciones a las que se enfrentan: "Algunas personas se creen que lo que pedimos son privilegios, pero son nuestros derechos".

En A vivir que son dos días Castilla y León hemos hablado del tema con esta representante del colectivo LGTBI+ y con un psiquiatra que nos ha explicado por qué la OMS consideraba la homosexualidad una enfermedad, algo que por suerte ya no aparece en los manuales sanitarios.