#Militaria

Cartagena

#Militaria

Sólo lo que tiene valor se protege y, a juzgar por todo el sistema de murallas y baluartes que defienden nuestra ciudad, es obvio que, durante toda la historia de España, se la ha considerado uno de esos lugares valiosos que había que conservar a toda costa.

Tenemos un pasado marcadamente militar, hemos estado en todas las guerraas en que nos han metido y hasta en alguna otra en la que nos hemos metido nosotros solos. Es el carácter de nuestra ciudad, somos así y no hay por qué avergonzarse de ello.

Ciudades como La Habana, San Juan de Puerto Rico o nuestra hermana, la Cartagena de Indias, han convertido todo su patrimonio histórico militar en un valioso argumento turístico que atrae a miles de turistas hasta ellas, pero, mientras en La Habana, por ejemplo, se hace del "Cañonazo de las 9" un atractivo turístico de primer orden, en nuestra ciudad, por el contrario, dejamos morir el cañonazo de las 12 sin darle valor alguno.

Y ya no es que dejemos morir el cañonazo de las 12 sin darle valor alguno, es que desde 1922 estamos dejando arruinarse el Castillo de los Moros, desde 1960 el Castillo de La Atalaya, se puso en manos de Telefónica de forma infame y a cambio de nada el Castillo de San Julián, se arruinó la coronadura de la muralla del mar desde el Gobierno Militar hasta la calle de Gisbert y, en fin, el desprecio de nuestros gobiernos muncipales —que dicen una cosa y hacen otra— hacia el patrimonio de todos ha sido flagrante desde hace ya un siglo.

Un siglo de abandono y deterioro ya ha sido más que suficiente. Leo que ahora pretenden ceder las baterías de costa a la iniciativa privada y me aterrorizo.

Todo ese patrimonio absolutamente incomparable puede ser aprovechado eficacísimamente, pero antes hay que planificar cóno se hará y no ir cediendo castillos a Telefónica sin contraprestación alguna digna de ese nombre.

Miren a Cartagena de Indias, miren a La Habana, miren a Puerto Rico, miren a tantos y tantos lugares que han hecho de la militaria una fuente inagotable de ingresos y tomen nota. En ese mercado turístico podemos ser campeones del mundo.

De momento somos el vergonzante farolillo rojo.

Hagan algo, háganlo ya, y, antes de disponer del patrimonio de todos tomen las medidas precisas para conservarlo y no dañarlo más de lo que ya lo han dañado.

José Muelas.