Eduardo García: "Vivir en la calle es el nivel de vulnerabilidad más extremo"

Córdoba

Los últimos datos disponibles de la Red Cohabita de entidades que intervienen con personas sin hogar en Córdoba muestran que entre 2015 y 2020 se ha incrementado en 74 el número de personas que duermen en la calle o en casas de acogida en la capital de provincia.

De hecho, según detalló la ex delegada de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Córdoba, Eva Timoteo (Cs), un estudio sobre sinhogarismo llevado a cabo durante 24 horas en noviembre de 2020 arrojó un recuento de 324 personas que viven en la calle, en casas de acogida o infraviviendas. Por sexo, se identificaron 272 hombres y 52 mujeres en esta situación.

La Fundación Prolibertas, que cumple 20 años atendiendo a personas vulnerables, ha querido poner de relieve que pese a que en los últimos años han ido surgiendo recursos asistenciales nuevos, el problema no se ataja. Eduardo García, coordinador de la entidad, recuerda que "hace 30 años solo estaba el comedor social de Los Trinitarios y poco a poco se han incorporado otros recursos como la casa de acogida de Cáritas, el albergue municipal, los grupos de intervención nocturnos de Cáritas y Cruz Roja, el grupo de intervención diurna del Ayuntamiento o los programas Hábitat y Movilizarte".

"Pero nos tenemos que sentir fracasados como sociedad", matiza García, "porque estamos tomando medidas, en muchas ocasiones paliativas, pero sin ir a las causas del sinhogarismo". Así, apunta a una realidad muy heterogénea en la que influyen factores como el desempleo o la falta de formación, aunque alerta, "muchas veces ponemos el acento en la trayectoria vital de esa persona y obviamos endógenos a ella y del entorno que son tremendamente importantes".

De este modo, apunta a la necesidad de implementación de "políticas que permitan el acceso a la vivienda, porque es lo más básico para que una persona pueda progresar". En este sentido, señala la falta de alquileres sociales, la escasa aplicación de la metodología Housing First o construcción de vivienda pública a precios asequibles.

El coordinador de Prolibertas destaca que "vivir en la calle es la situación de vulnerabilidad más extrema que una persona puede tener". Y distingue entre "personas que ya tenían problemas previos y otras que a raíz de verse así han desarrollado problemas de Salud mental considerables".

Ahora, con la crisis socioeconómica derivada de la pandemia de la Covid-19, Prolibertas teme un posible repunte de situaciones críticas. "No podemos prever qué ocurrirá de aquí a dos años", admite García, "pero está claro que cuando la Economía se resiente, siempre hay personas que quedan más expuestas".

Durante los primeros meses del Estado de Alarma, el comedor social de la Fundación Prolibertas ha dado hasta 175 menús diarios, "una cifra récord muy angustiosa". Actualmente, las cifras se están estabilizando: "120 comidas al día no deja de ser un número muy alto, incluso comparándolo con los datos que tenemos de la anterior crisis económica".

Pero esta disminución paulatina de asistencias no debe conducirnos a engaño, manifiesta Eduardo García. Porque hay muchas personas que se marchan de Córdoba al verla como una ciudad "escasa en oportunidades" o debido a que "hay familias que siguen en una situación vulnerable pero han podido beneficiarse de ayudas como el Ingreso Mínimo Vital".