El gobierno de El Campello, "estable dentro de la tensión" tras el desencuentro entre PP y C's por el agua

Alicante

En el ecuador de los gobiernos municipales, alcaldes de distintos municipios de la comarca de L'Alacantí hacen balance en Hoy por hoy Alicante de dos primeros años de legislatura atípicos por la irrupción de la pandemia.

Este miércoles ha sido el turno del popular Juan José Berenguer, primer edil de El Campello, municipio en el que, además de la crisis sanitaria y socioeconómica, se ha cruzado en los últimos meses la política, a cuenta del incremento de la tarifa del agua por conectarse a la desaladora de Mutxamel.

El voto en contra a esta medida por parte de Ciudadanos, socio de gobierno del PP, en el Pleno de marzo hizo patentes las desavenencias que hoy en día se mantienen en el seno del ejecutivo municipal.

Berenguer admite que la relación con sus socios sigue siendo tensa y, aunque lo circunscribe dentro de la normalidad propia de un gobierno de coalición, añade que cada uno tiene que saber qué cargo ocupa.

Sobre el fondo del asunto, recuerda que en 2006 hubo cierta imposición para acometer las obras de una desaladora porque el Ayuntamiento, "ni hoy ni entonces" tiene derecho a agua. Este hecho, "quince años después, se ha convertido en un modelo de discordia", lamenta el primer edil, que espera llegar a un acuerdo con sus socios de gobierno siempre que cambien su voto. Si no, "se volvería al convenio de 2006 que es mucho más dañino", lamenta.

Aumento del censo

La pandemia ha marcado la agenda política de esta primera mitad de mandato, pero también el día a día de un municipio de segundas residencias que, durante este periodo de crisis sanitaria, han pasado a ser primeras viviendas. Entre otros motivos, por el teletrabajo.

Un hecho que ha servido, según Berenguer, para incrementar el censo poblacional hasta los 30.000 habitantes y que el alcalde espera también que suponga un efecto rebote para relanzar la economía.

"Han sido dos años, pero solo hemos tenido ocho meses", ha dicho Berenguer, en los que su gobierno de coalición se ha enfrentado a situaciones poco comunes hasta ahora en el día a día municipal. "Ha habido que gestionar eventos deportivos sin que la gente pudiera ir o hacer que un ayuntamiento funcione sin que trabajadores ni vecinos acudiesen", señala.

Y todo, asegura, sin ayuda por parte de otras administraciones. Lamenta que los ayuntamientos han estado desatendidos a pesar de que han sido "los que más medios y recursos" han puesto.

Retos de futuro: sin PGOU ni presupuestos de 2021

Sobre los deberes que tiene su gobierno en los dos años que le restan a la legislatura, Berenguer ha sido claro: no tiene previsto comenzar a tramitar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) porque no se dan las condiciones ni técnicas -su tramitación lleva ocho o diez años- ni políticas -se necesita mayoría absoluta para su aprobación-.

A falta de presupuestos de 2021, Berenguer confía en poder aprobar los de 2022 después. Unas cuentas en las que tienen que estar contempladas tres grandes contratas: la de limpieza viaria, la de edificios y la de parques y jardines.

Sobre la apertura de la piscina cubierta, asegura que están "a dos o tres semanas" de empezar la licitación.

Y, preguntado por las fiestas de Moros y Cristianos de octubre, reconoce que no se celebrarán. No obstante, espera poder disfrutar de alguna "mini fiesta" y que la ciudadanía pueda juntarse en las barracas de alguna forma.

En la parte superior de la noticia puedes escuchar la entrevista íntegra en Hoy por hoy Alicante con Carlos Arcaya.