Lo que Ayuso decía cuando defendía la ley de Telemadrid que ahora tumba: "Que no haya partidismo"

Madrid

Isabel Díaz Ayuso era en 2015 diputada en la Asamblea de Madrid con Cristina Cifuentes en la presidencia de la Comunidad. El Gobierno de Cifuentes, apoyado por Ciudadanos, aprobó entonces una nueva normativa para la televisión pública madrileña, exigencia del partido naranja, que la propia Ayuso defendió en el Parlamento autonómico como portavoz del PP en la Comisión de Telemadrid. Aquella Ayuso argumentaba con fervor por qué la nueva ley era la mejor solución para la televisión pública. Acusaba a la izquierda de querer controlar Telemadrid, se felicitaba por el blindaje de la independencia de los servicios informativos que llegaría a partir de ese momento, celebraba la amplia mayoría necesaria para elegir al director del ente. Ahora, como presidenta del Gobierno, la primera iniciativa de Ayuso en la nueva legislatura ha sido impulsar el cambio legislativo que derribará el modelo que entonces ensalzaba.

"Es el momento de que por fin en una radio y televisión pública, por fin en España, tengamos una televisión en la que no haya partidismo", aseguraba la diputada Ayuso en el debate sobre el dictamen de la Comisión de Presidencia, Justicia y Portavocía del Gobierno sobre el Proyecto de Ley de Radio Televisión Madrid. "Su modelo era el de quitar al consejero del PP para meter al mío", pero con la ley que en aquel momento estaba a punto de aprobarse "esto se acaba y se acaba para todos. Se acaba el control en Telemadrid por parte de ningún partido político."

La hoy presidenta aplaudía en este debate el modelo con el que ahora termina porque daba un mandato de seis años al Consejo de Administración y a su director e imponía para su elección una mayoría de 2/3 de la Cámara regional. "Prácticamente todos los que estamos aquí nos vamos a tener que poner de acuerdo para elegir a un nuevo director, a un nuevo Consejo de Administración", esgrimía Ayuso como fortaleza.

"Hay un modelo que les da miedo porque no lo van a poder controlar, pero quédense tranquilos, que nosotros tampoco", decía a la oposición. El cambio de postura se evidencia al situar como prioridad la nueva normativa que ya ha puesto en marcha, pero también en las palabras de Enrique Ossorio, portavoz del Gobierno regional, para justificarla en La Ventana de Madrid. Con ellas defendía que el ente público ha tenido "bastantes disfunciones" en los últimos años. Para el Ejecutivo madrileño, ese sistema entonces creado para garantizar que no hubiera injerencias en el trabajo de los periodistas, es "un sinsentido" porque Más Madrid, Vox y PP no tienen representantes en el Consejo.

"Con este modelo lo importante es que tenga un buen director y unos buenos periodistas que puedan trabajar en libertad", para lo que se abría en 2015 "un proceso de diálogo para elegir a ese nuevo director como nunca se ha hecho", explicaba Isabel Díaz Ayuso. En la propuesta que esta semana ha registrado el PP, el mandato del director de Telemadrid pasa de seis a cuatro años, suponiendo la inmediata destitución del actual director, José Pablo López, y elimina a las organizaciones profesionales del proceso de elección del Consejo de Administración.

El nombre del administrador provisional al que pretende colocar ahora Ayuso será propuesto por su Gobierno y bastará con que en segunda votación sea ratificado por mayoría absoluta en la Asamblea. La figura del director general requiere 2/3 de los votos de la Asamblea, pero al ser suficiente una mayoría absoluta en segunda votación para elegir a esta nueva figura del administrador provisional, PP y Vox se bastarían para elegir al máximo responsable de la Televisión y Radio públicas de Madrid que podría ser depuesto salvo gran acuerdo en la Cámara para nombrar a un director. "Se cierra una etapa polémica y empieza una nueva en la que otros medios públicos se fijarán"; llegaba una televisión "plural" e "independiente", decía. Eran las palabras de Ayuso para cerrar su intervención en debate parlamentario del 23 de diciembre de 2015. En 2021, la presidenta ya no cree en aquel modelo.