Madrid es la Comunidad que más población perdió en favor de otras regiones en 2020

Madrid

Isabel Díaz Ayuso repitió con insistencia durante la reciente campaña electoral que “la gente viene a Madrid a ser libre”. A la frase le seguía siempre una larga retahíla de procedencias, nacionales e internacionales. Madrid erigida en faro de derechos frente a otros territorios oprimidos u opresores, o al menos no tan libres como Madrid. Un imán irresistible de libertades. Ahora los datos demuestran que la gente, al menos los residentes en España ya no vienen como antes.

La Comunidad de Madrid registró en 2020 más salidas hacia el resto de España que entradas desde otros puntos del país. El año de la pandemia arroja para Madrid un saldo migratorio negativo con otras regiones que alcanza las 20.836 personas, según la estadística de migraciones del INE de 2020, que se ha publicado este miércoles. Es la primera vez desde 2010 que Madrid termina con una cifra negativa, aunque entonces el resultado fue mucho menos abultado, de apenas 985 habitantes.

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Lorena Gutiérrez es una de esas madrileñas que ha hecho las maletas en los últimos meses para mudarse a otra región. Esta publicista de 34 años no se ha ido muy lejos. Se ha establecido en la localidad toledana de Carranque, a apenas 40 kilómetros de su antigua casa de alquiler en el distrito de Arganzuela. “Después de pasar una cuarentena sola encerrada en un piso de 30m², decidí ganar un poco de calidad de vida”, asegura. Su elección no fue aleatoria, su familia -también capitalina- ya había salido de Madrid hace años.

Su caso ejemplifica el vuelco que ha dado la estadística, con datos desde 2008. Desde entonces, Castilla-La Mancha ha tenido siempre un saldo migratorio negativo con el resto de España, pero en 2020 se ha colocado como la región con mejor balance. Sumó 8.752 habitantes netos, si solo se tienen en cuenta los movimientos dentro del territorio nacional. No es un caso único. Regiones que tradicionalmente han sido emisoras de población hacia los grandes núcleos urbanos tuvieron el año pasado un saldo positivo, como Galicia (+4.593), Castilla y León (+3.403) o Asturias (+1.325).

La búsqueda de una mejora en las condiciones de vida es el punto común que une el éxodo de Lorena con el de Blanca Jiménez y Alberto García. Ella es enfermera y, tras pasar la primera ola de la pandemia en Madrid, tuvo claro que necesitaba un cambio en su vida. Hizo las maletas y en septiembre se fue a vivir a Tenerife. Sabía que trabajo no le iba a faltar. Ahora recuerda sin mucha añoranza las distancias y los atascos: “La vida en general en Madrid es mucho más agobiante que aquí y no te das cuenta hasta que sales”.

Alberto es su pareja y no tuvo dudas a la hora del traslado. “La vida en comparación con Madrid no tiene nada que ver: los precios son mucho más asequibles y el alquiler es más justo”, explica. Y es que tras la decisión de los tres también hay razones económicas. “Ahora tengo una casa más grande, más espacio para el teletrabajo y me supone menos gastos”, destaca la joven afincada en Toledo.

Ella tiene claro que su traslado a Carranque es temporal: “Tengo intención de volver a partir de septiembre -puntualiza-, cuando tengamos que volver a la oficina”. Blanca, en cambio, ni se lo plantea. “Volver a Madrid no es una opción”, afirma tajante, mientras desliza también la influencia que ha tenido en su decisión “el tema político actual de Madrid”, que contrapone con la vida en Tenerife. Comparte plan con Alberto, que sigue teletrabajando para la misma empresa que lo hacía en Madrid. “Intentaré aguantar [trabajando en remoto] todo lo que pueda, pero llegado el caso me plantearía quedarme por otras vías, con otro trabajo o con excedencia”, añade.

"En Madrid puedes cambiar de pareja y no te la encuentras nunca más", llegó a decir Ayuso en campaña para ejemplificar que Madrid es la meca de la libertad. Puede ser eso o simplemente que decidieron dejar la ciudad para irse fuera a teletrabajar.

La migración exterior compensa la interior

Si la Comunidad de Madrid ha perdido atractivo a nivel nacional como destino para establecerse, no lo ha hecho a nivel internacional. El saldo migratorio de Madrid con el exterior (+41.429 personas) es el segundo más abultado de España, solo superado por el de Cataluña (+46.241 personas). Ese flujo positivo permite compensar tanto las salidas desde Madrid hacia otras Comunidades; como el saldo vegetativo -nacimiento menos muertes-, que también fue negativo en 2020. El resultado es que, a pesar de todo, Madrid siguió ganando población el año pasado apoyado en la inmigración desde otros países. A 1 de enero de 2021 tenía 6.752.763 habitantes, 5.695 más que doce meses antes.