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Los caprichos geológicos de la Ribera del Duero

Conocemos los maravillosos efectos de la naturaleza en nuestra comarca

Bocigas de Perales / Ruta del Vino Ribera del Duero

RIBERA DEL DUERO

La Ribera del Duero integra una gran cantidad de maravillosos espacios naturales. Y es que es una suerte poder disfrutar de ellos, pero con conocimiento. Muchas veces desconocemos lo que nos rodea, pero ya no tenemos excusa con los caprichos geológicos, porque este miércoles los hemos conocido de cerca con el apoyo de Sara García de la Ruta.

"La asignatura pendiente es la de la educación ambiental, nos falta mirar alrededor para darnos cuenta de cuántos regalos nos da la naturaleza. Hemos ido desgranando cada vez más porque cada vez el turista viene más interesado por cuestiones concretas. Desde hace tiempo este tipo de contenidos los encontrábamos en el blog y ahora estamos desgranando más el territorio y nos estamos dando cuenta de que hay varios que no teníamos controlados", cuenta.

Los primeros tres caprichos geológicos los hemos centrado en la Ribera soriana. "El primer capricho lo encontramos en Langa. Tenemos las chimeneas de las hadas, un nombre muy sugerente, que para los lugareños son más que conocidas porque sonformaciones rocosas en esa forma que se levantan en medio del bosque. Si uno se mete en internet ve que en Turquía se mira algo parecido por miles de personas. Son consecuencia de erosión o movimiento de la corteza terrestre. En la carretera se ven pero no las valoras, y cuando lo ves en persona te das cuenta de que es como un rascacielos natural", expresa García.

El segundo, en Bocigas de Perales. "Es un pueblo ubicado en la ladera de una montaña donde se levantan unos farallones kársticos que se han podido originar por erosión y que parecen una muralla natural. El hombre se ha adaptado a estos caprichos y los ha utilizado a su favor. Las casas están acopladas entre los farallones, en lo alto de la colina se levanta la iglesia, y tiene unas vistas maravillosas. En Bocigas hay una zona que la llaman la nariz de la bruja. Lo que hacían los habitantes era buscar formas que les recordaban o incluso aplicar ese factor de miedo o de respeto.

Y el tercer capricho se ubica en Quintanilla de Tresbarrios, una pedanía de San Esteban complicada de acceder por vehículo. "Aquí destacan las Chorreras. Es una erosión que ha hecho la tierra y ha ido formando unas crestas peculiares y puntiagudas por la erosión del agua, están a 1000 metros de altitud y si alguien puede verlo verá la sensación de que es un paisaje un poco marciano. En este sentido estás rodeado de un monte espectacular y se ven las dos tres lenguas de erosión que han dejado estas crestas sobre las que no se puede caminar, son elementos que hay que conservar e intentar no alterarlos en ninguno de estos sentidos", cuenta.

Los caprichos geológicos de la Ribera del Duero

12:50

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