El Levante necesita resolver su fair play para inscribir a Morales, Postigo o Soldado de cara al debut liguero

Valencia

Han pasado dos meses desde que terminó la competición de Liga y el Levante sigue sin encontrar una solución para encajar a su nueva plantilla dentro de los parámetros económicos que establece la Liga de Fútbol Profesional.

En todo este tiempo, el club granota no ha logrado traspasar a ninguno de sus jugadores franquicia, tampoco se ha desprendido de los futbolistas con los que no se cuenta deportivamente y ha incrementado ligeramente el gasto en fichajes con el desembolso de medio millón de euros por Roberto Soldado y otros 300.000 euros por Enric Franquesa.

La dirección deportiva granota se enfrenta a quince días frenéticos para intentar colocar a jugadores con salarios elevados en otros clubes y que son prescindibles para Paco López. El Levante necesita disponer de ese margen económico para inscribir al mayor número de jugadores de cara al debut liguero en Cádiz.

Las renovaciones de Morales, Postigo y Miramón se firmaron en los últimos meses de su vinculación contractual y para la Liga se trata de una nueva relación laboral, aunque no hayan cambiado de club y tienen el mismo tratamiento de registro como el fichaje de Soldado, Franquesa o Brugui.

Por lo tanto, mientras el Levante no logre vender jugadores o rebaje su masa salarial con la salida de Vukcevic, Sergio León, Hernani, Coke Andújar, Pepelu o Koke Vegas no tendrá capacidad para darle una licencia de ocupación a futbolistas que el entrenador necesita para el inicio de LaLiga.

No se ha producido la anunciada venta de Rubén Vezo, ni el Real Madrid ha abonado la cláusula de Jorge De Frutos y por el que el Niza si presentó 8 millones de euros, ni la Eurocopa ha servido para tener una oferta por Bardhi, ni han aparecido clubes interesados en fichar a Aitor Fernández y las propuestas por el internacional José Campaña han sido inexistentes.

El presidente del Levante, Quico Catalán tendrán que obrar el milagro con ingeniería financiera y esperando a que el mercado se active para encontrar alguna salida que le permita cierta maniobrabilidad económica y que en estos momentos no se adivina.