¿Por qué proliferan las plantaciones ilegales de marihuana en Toledo?

Toledo

Toledo es una de las provincias de la zona centro del país con mayor número de plantaciones ilegales de marihuana. Según la Guardia Civil, entre 2014 y 2021, las operaciones contra la elaboración y producción ilegal de 'cannabis' se han multiplicado por ocho en esta provincia. Las dos últimas operaciones se han saldado con cuatro detenidos en Novés y San Martín de Pusa, con casi 3.400 plantas incautadas. En Novés, los agentes además han confiscado 120 kilos de cogollos cuyo valor en el mercado europeo habría superado el millón de euros.

Sólo en esta provincia, entre enero y junio de este año, se han desarrollado más de sesenta operaciones con más de 150 detenidos. Una proliferación de plantaciones 'indoor' que tiene entre sus causas el elevado número de viviendas vacías en manos de las entidades financieras que existen, sobre todo, en la comarca de La Sagra y en las que es más fácil hacer 'enganches' ilegales a la luz, como ha explicado en la SER el jefe de la Sección de Investigación Criminal de la Policía Judicial de Toledo, el teniente Valentín Martínez-Reche.

Ubicadas en viviendas vacías 

Las penas para este tipo de delitos, con castigos que en la mayoría de los casos no superan los tres años de prisión, y los elevados beneficios económicos que obtienen hace que muchos grupos criminales que se dedican al tráfico de drogas o a los robos con violencia hayan diversificado su actividad ilícita incorporando a ellas la elaboración y el cultivo ilegal de marihuana. Organizaciones que han perfeccionado sus métodos con invernaderos, incluso, ocultos bajo tierra en pleno casco urbano.

"En una casa unifamiliar encontramos un mecanismo que empujando una estantería hacia atrás accedías, como en una película, a un compartimento que descendía a un piso subterráneo que parecía inexistente y donde se encontraba una plantación perfectamente preparada. En otra operación, debajo del jardín de una casa de campo encontramos una especie de búnker, cubierto de tierra, con cinco naves llenas de plantas de marihuana y todo el equipamiento necesario para que el trabajo del 'jardinero' fuera el mínimo", explica este agente.

Más recursos y mayor efectividad

Una proliferación de plantaciones y una sofisticación en los métodos de estas organizaciones que la Guardia Civil combate con una mayor eficacia gracias a la creación hace un año de un equipo específico dedicado a detectar y desmantelar este tipo de cultivos ilegales y a detener a sus responsables. Labores en las que las cuentan con el apoyo de los agentes destinados al Plan Ceres, dedicados a la lucha contra la delincuencia organizada en la comarca de La Sagra, Illescas y Torrijos, en delitos contra el patrimonio pero también por tráfico de drogas.

Martínez-Reche explica que las investigaciones para desarticular estas organizaciones son, en ocasiones, muy complejas. "La cuestión es que el delincuente no se sienta impune. Lo importante es romper las estructuras que utilizan para cometer estos delitos y dañarles patrimonialmente, no solo con la pérdida del beneficio que conlleva la plantación, sino también con la infraestructura que utilizan y que, dependiendo del tamaño, puede oscilar entre 20.000 y 40.000 euros", concluye.