Sierra Carbonera: Flora y Fauna

La Línea de la Concepción

Situada entre los términos municipales de San Roque y La Línea de la Concepción se eleva la Sierra Carbonera. Los 311 metros de altitud en su punto más elevado la convierten en un mirador privilegiado de la Bahía y del Estrecho. Testigo de una larga historia alberga desde pinturas rupestres en algún abrigo hasta numerosos búnkeres que se construyeron en la España franquista.

Al estudiar el paisaje de la Sierra Carbonera debiéramos distinguir entre sus dos vertientes, la costera y la de interior. En su vertiente costera discurre paralela a la costa de levante, ahí se extiende el paraje de Portichuelos. Expuesta a la dureza de los vientos procedentes del Este es normal que no llegue a desarrollarse vegetación a gran altura, mientras que en la otra vertiente, más protegida de los vientos y de la influencia marina pueden desarrollarse especies arbóreas. De todas formas no es común encontrar grandes árboles sobre todo porque los incendios se suceden en la zona y no permiten su desarrollo.

No obstante en la Sierra Carbonera podemos encontrarnos con las especies vegetales propias de un hábitat costero mediterráneo como: coscojas (Quercus coccifera) que es un arbusto de la familia del alcornoque y que mucha gente confunde con árboles pequeños que no han llegado a crecer, pero que es un arbusto; También una gran variedad de jaras (Cistus) que son plantas características del paisaje llamado garriga y que consiste en una ecorregión compuesta por formaciones vegetales que son el resultado de la degradación del chaparral (por sobrepastoreo y fuegos), los palmitos (Chamaerops) cuyas hojas han sido usadas para elaborar cuerdas de forma tradicional y los llamados vulgarmente gérguenes (Calicotome villosa) que inundan con su fragancia la primavera de la Sierra, entre otras muchas.

Pero no hay que esperar a la primavera para ver la Sierra en su esplendor sino que algunas especies vegetales tienen floración otoñal. Entre estas, una especie rara de encontrar, y que fue identificada en 2002 en gran número por la Sierra Carbonera (con una población de en torno a los 100 individuos) es Narcissus viridiflorus, una especie de narciso con flores verdes muy olorosas. Constituye una de las joyas de la Sierra.

Este hábitat es muy rico en especies animales. Topillos, meloncillos, conejos, tejones y algún zorro se encuentran entre los mamíferos más comunes de la zona. Entre los insectos por ejemplo la Lycosa o araña lobo es bastante característica. Hay un gran número de ellas. También podemos destacar reptiles sobre todo ofidios como las culebras de escalera y de herradura que pueden alcanzar un gran tamaño. En sus charcas, arroyos y escorrentías son comunes los anfibios: ranas, gallipatos y salamandras.

Mención aparte merecen las aves que pueblan la Sierra Carbonera, porque todos los años la Sierra es testigo de la migración de numerosas especies de aves que transitan entre Europa y África. En estos días de agosto ya han comenzado su paso los milanos y multitud de golondrinas, vencejos y aviones se agolpan por sus laderas esperando el paso propicio. No obstante, Todo no es paso, la Sierra Carbonera es también escenario en donde crían especies migratorias como Abejarucos en las vertientes costeras y en las otras más ocultas los chotacabras cuellirojos llenan las noches con sus sonoros cantos.

Las vertientes de la Sierra son escenario privilegiado desde el que indagar en la historia de la comarca y sus especies. Escenario no sólo del paso de los años y de las historias humanas sino de la vida de numerosos seres que podrían pasar desapercibidos.

Testigo de muchas historias la Sierra Carbonera, entre la orilla espumosa y el verde de las veredas, bajo el peso del sol unos días, otros entre la calima del levante llamada taró por estas tierras, alberga tesoros naturales y paisajísticos, que la convierten en una zona de gran interés ecológico. Falta que lo reconozcamos.

                                                                                       Alicia Ramos González