El Concello de Pontevedra culpa a la Xunta de los botellones en el centro de la ciudad
El Partido Popular de Pontevedra pide al Concello, por segunda vez, la convocatoria de la Junta Local de Seguridad para adoptar medidas urgentes
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Consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública / Cadena SER
Pontevedra
El Gobierno Local reconoce que los fines de semana se están registrando “desajustes” en el ocio nocturno, con aglomeraciones de jóvenes en varias zonas de la ciudad, especialmente en las calles Padre Luis y Naranjo.
Una situación que se repite desde que se abrió el ocio nocturno y que la concejala Anabel Gulías reconoce que está causando problemas de convivencia. El Concello atribuye estos botellones a los precios que tienen los locales nocturnos, que resultan muy caros para los adolescentes y los jóvenes. Pero sobre todo, el Concello culpa a la Xunta.
La concejala nacionalista sostiene que la causa de este repunte del botellón urbano se debe a la nueva Lei de Saude Pública aprobada por la Xunta, que prohíbe beber en las calles, “sin excepciones”, y con ello impide al Concello reabrir el botellódromo que llevaba años funcionando en el Recinto Ferial. Anabel Gulías afirma que se trata de “un problema de convivencia que ha creado la Xunta, cuando Pontevedra lo tenía resuelto”.
Ante esta situación, que se ha vuelto a repetir este fin de semana, Anabel Gulías aseguró que el Concello se está limitando a reforzar la vigilancia policial los fines de semana y a poner multas por las infracciones que se detecten; mientras por otra parte busca alguna solución que permita recuperar la situación anterior a la pandemia.
En este sentido, el PP ha solicitado de nuevo la convocatoria de la Junta Local de Seguridad para analizar los problemas que está causando el botellón en la capital.
La concejala Silvia Junco presentó esta solitud por segunda vez, dado que la primera fue rechazada por el Gobierno local. La concejala popular afirma que “se está generando un problema de convivencia en varios puntos del centro de la ciudad”, y que las “quejas de los vecinos y comerciantes, las peleas, y los desperfectos que se están causando los fines de semana no son suficiente problema para el Concello”.
Para Silvia Junco es problema que exige una solución inmediata.
