Juan Bernal "El Pulga" escogió su ultimo escenario en las puertas del cielo

Cartagena

Acaban de escuchar a Juan Bernal Ramírez, apodado "El Pulga". Una rápida e inesperada enfermedad se lo llevó en pocos días, falleciendo el pasado 15 de Julio a los 66 años de edad, el mismo día y a la misma hora en la que tenía que participar en la gran velada trovera, dentro de la programación de actos que se realizan en las fiestas patronales de Galifa, población de la diputación de Perín del oeste cartagenero. Como si hubiera elegido el momento deseado para irse de este mundo. Trovar era una de sus grandes pasiones.

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A pesar de que la noche antes de morir expresó su deseo de que se realizara el acto, sus vecinos y compañeros decidieron suspenderlo porque Juan era el "alma mater" del evento.

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Recibió sepultura el 16 de Julio, festividad de la Virgen del Carmen, de la cual era devoto, celebrando una misa en su honor acompañada por los acordes de su cuadrilla.

Juan fue el último de sus seis hermanos en nacer en la casa de sus padres, entre el Casino de Galifa y la Carretera de El Portús. Esta calle desde el año 2008 lleva el nombre de su padre: Trovero José Bernal "El Pulga", apodo que le vino dado porque cuando tenía 7 años se fue a faenar con los pescadores de El Portús y en la travesía no paraba de moverse en el barco y los marinos le decían: "nenico estate quieto que saltas más que una pulga".

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Su padre, además de agricultor, trabajó como carpintero naval en Bazán. Se distinguió desde muy joven en la práctica del trovo, arte que dominaba con mucho ingenio y rapidez en la improvisación, lo anunciaban como "el repentista de la chispa". Fue guión de la antigua cuadrilla de Galifa y contemporáneo de Ángel Cegarra "El Conejo II" de La Unión, Manuel Cárceles "El Patiñero" o José Martínez "El Taxista" de Los Belones y otros muchos que sembraron el arte del trovo por el Campo de Cartagena durante varias décadas del siglo pasado, en las que se organizaban numerosas veladas en barrios y diputaciones, siempre acompañados en sus confrontaciones troveras de veteranos "tocaores" como el tío Juan, 'el Calala'.

Los seis hijos de José Bernal "El Pulga", además de su apodo, heredaron la chispa del trovo, pero al escenario lo acompañaba desde pequeño Juan, quien destacó pronto en su capacidad para improvisar y componer, siendo conocido como "El Pulga II", en el mundo de los troveros.

Cuando tenía 7 años, Juan se marchó de Galifa junto a su familia para residir en las huertas que había en los extramuros de la ciudad, (en la actual zona del Eroski). Cursó estudios en la escuela del Rosario de Bazán a la vez que ayudaba a su familia en las tareas agrícolas. Después de pasar por la escuela de aprendices ingresó en la empresa trabajando de mecánico ajustador. Cuando salía de la Bazán se iba a los albañiles. (había aprendido el oficio con su suegro). Después de la dura jornada laboral se trasladaba a Galifa a arreglar a los animales. Otra de sus pasiones eran los caballos.

En 1980, tras 8 años de noviazgo sin salir solos a ningún "lao", siempre escoltados por sus padres, contrajo matrimonio con Isabel Solano García apodada "La Niña", nacida en Los Diaz de Galifa. Se conocieron cuando ella tenía 12 años y se quedó prendada de él. Desde el primer día que se vieron "sabían que eran el uno para el otro".

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Volvieron a establecerse en Galifa en 1991, motivados por problemas de salud del padre de Isabel, buscando un lugar más saludable para vivir y atraídos por sus raíces.

Hace unos años, en el bar del estanco de Galifa, propiedad de su esposa "La Niña "por herencia de cinco generaciones de estanqueros, Juan, propuso a los familiares y amigos reunidos con botellas de anís y panderetas, recuperar la cuadrilla de Galifa, que había desaparecido junto a otras tradiciones, debido a la disgregación de Galiferos provocada por el éxodo rural. Pronto resurgió la cuadrilla que hoy por hoy está compuesta por más de 30 personas, (de la que Juan era el guión como lo fue su padre), así como el encuentro de cuadrillas, la celebración del baile de los inocentes o de pujas entre el partido de arriba y el de abajo y las veladas troveras.

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Fruto de su matrimonio nacieron dos hijas: Isabel y Rocío, que les han dado 4 nietos, quienes han sido la mayor de las pasiones de Juan. De entre ellos destaca como posible Pulga III en un futuro: Juan Sánchez Bernal de 12 años, quien ha acompañado a su abuelo en sus actividades troveras y en la escuela del trovo de la Asociación Trovera José Mª Marín, donde colaboraba enseñando y aprendiendo a perfeccionar su arte.

Quien conoció a Juan Bernal "El Pulga" sabe que fue un Galifero enamorado de su tierra, buena persona, humilde, servicial, buen esposo, buen padre, mejor abuelo y hombre creyente y como tal seguro que escogió su ultimo escenario en las puertas del cielo, donde lo recibió San Pedro, quien lo esperaba junto a su padre José Bernal "El Pulga" y los troveros que allí se encuentran para celebrar su particular velada celestial.

Se dice que nadie es imprescindible, pero personas como Juan son muy necesarias en este mundo, herederos de nuestras tradiciones, implicados y motores de muchas iniciativas para que nuestro patrimonio cultural continue vivo. Sería idóneo homenajearlos en vida, aunque en pocas ocasiones llegamos a tiempo. Ellos se marchan, pero su legado sigue vivo.

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Se despide esta firma con una décima compuesta y cantada en esta especial ocasión por su querido compañero: Juan Santos Contreras "El Baranda"

En el pueblo Galifero

dejó un recuerdo en la historia

cuando se marchó a la gloria

un amigo y un trovero

un insigne cuadrillero

y el Baranda lo divulga

porque su nombre comulga

en Galifero paraje

siendo el trovo un homenaje

para Juan Bernal "El Pulga"

Que tengan buen fin de semana radioescuchas de la SER de Cartagena

El Garrancho