Gijón, escenario de un simulacro de rescate por vertido

Gijón

A punto de cumplirse 19 años desde que se produjera el catastrófico vertido del Prestige, la red europea de asistencia a la fauna afectada por vertidos -Eurowa- da un paso más en su intención de crear una malla de profesionales con formación homogénea, que pueda intercambiarse entre países en caso de emergencia, trabajando con los mismos estándares de calidad y protocolos de actuación. Lo explicaba en los micrófonos de la Cadena SER Mariluz Parga, responsable de Subrom, entidad que forma parte del proyecto formativo 'Responder', basado en esta red europea Eurowa encaminada a crear un protocolo de actuación común.

Gijón ha sido la ciudad elegida para iniciar un nuevo sistema de formación auspiciado por el Ministerio de Transición Ecológica. La playa del Arbeyal ha sido escenario de un simulacro de rescate y atención a la fauna marina afectada por un supuesto vertido de hidrocarburos como complemento a la formación teórica que llevan realizando desde octubre. Se trata de un curso avanzado práctico, que se desarrollará en Asturias y Cataluña, en el que se busca formar a los coordinadores de agentes de medio natural que dirigirían la respuesta en la playa si hubiera un incidente. En el Principado han contado con unos 70 participantes entre los que se encuentran agentes y técnicos de las direcciones generales de Medio Natural y Planificación Rural y de Pesca Marítima, del Ayuntamiento y del Puerto de Gijón.

En octubre realizaron cursos básicos para voluntarios. Resta aún la celebración de uno avanzado en el que los agentes asturianos participarán simultáneamente con los catalanes, aprenderán literalmente a montar un centro de recuperación en caso de emergencia natural por vertido de hidrocarburo. Mariluz Parga explica que, si cualquier cuidadano se encuentra a una especie animal en una de estas situaciones de emergencia, lo mejor es informar al 112 y no actuar por cuenta propia.

Prestige

En cuanto a la catástrofe del Prestige, Parga asegura que con una mejor preparación se habría podido realizar una respuesta más coordinada ante la catástrofe natural, aunque una situación de tal embergadura, en la que se vieron afectados más de 6.000 animales, era muy compleja de atajar.

El vertido accidental o intencionado de hidrocarburos u otros compuestos químicos al mar puede ocasionar serios daños a los animales marinos más delicados, como las aves o tortugas marinas, debido a que pasan mucho tiempo en la superficie del agua -donde flota el hidrocarburo- para descansar, sumergirse en busca de comida o salir a respirar. Aunque muchos animales petroleados mueren en alta mar, algunos pueden llegar a la costa, lo que supone un importante reto de gestión. Por este motivo, actuar de forma coordinada, con rapidez, conocimiento y eficacia es importante para minimizar los daños.