Botánico

Albacete

Cada mañana educo mis piernas, pulmones y corazón ejerciendo la atrevida aventura de andar sin remisión, sin compasión, hacia mis órganos vitales. Camino hacia el campo a través, hacia el campo infinito, hacia ese pedregal que te espera con la hoja caída y en reposo o sorteando el aguate embadurnado de tierra o el charco inoportuno, casi siempre pateando el secanal manchego que te regala tu bendita tierra. A veces, muchas veces, por el despejado camino de asfalto verde que te lleva en volandas a la espectacular pinada de La Pulgosa, la Vía Verde así denominada oficialmente, escoltado por ésa imponente manifestación de griñoleras caducas que tiñen de rojo escarlata la orilla, custodiado igualmente por los paneles que muestran las delicadas y sutiles caligrafías de la artista Ana Navarro que muestra a lo largo del corredor de una manera tan brillante, sencilla y exquisita las características fundamentales de ése resplandor de luz y energía vital que es el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha: cartelería salpicada de una pluma ágil y un dibujo fresco, novedoso, creativo... durante más de 20 años Ana Navarro se dedicó al diseño gráfico por ordenador hasta que la caligrafía, la rotulación y su increíble pulso para el dibujo llegó para cambiarle su futuro: Hay que ser mentalmente libres para jugar con las bazas que nos regala la vida, dice.

Hasta el Camino Verde que va a la ermita (La Pulgosa) llegan los gritos revoltosos y excitados de los niños que muchas mañanas visitan el santuario. Se sienten libres en la paz regalada por sus profesores, en la contemplación de Acebos, Adelfas, Acacias, Almezes...El Botánico se recrea en la conservación y divulgación de la flora castellano manchega y Guillermo García Sauco, uno de sus cuarteleros más dispuestos, nos muestra la vertiente universal que se gasta la imponente finca: el pasillo japonés ése formidable corredor capaz de transportarte toda la fauna existente desde España a Japón, nada menos, entre otras muchas galerías universales insólitas. También sus lagos existentes, incluida la charca donde cada primavera las ranas, escuerzos y renacuajos forman la Coral Botanica Survival, entonando el griterío que se percibe desde el mismo y delicioso camino verde. El mismo Guillermo te muestra sin disimular su admiración por el Invernadero Tropical que alberga el Botánico, un remanso imposible en el páramo albaceteño.

Cuando vuelves al camino la insolente brisa otoñal saluda gozosa tu ocurrencia