0-5. 'Fiebre del sábado noche' ibicenca en Málaga y licencia para soñar

Ibiza

La UD Ibiza ha asaltado la Rosaleda con un triunfo de mérito ante el Málaga, histórico, una manita espectacular, con momentos excelsos de futbol ofensivo, de juego vertical, de presión avanzada, en el arranque del segundo tiempo y con goles de bella factura.

La metamorfosis del equipo desde el cambio de entrenador es absoluta: La irrupción en el equipo de jugadores marginados en el banquillo la primara vuelta, Diop, Escobar, Guerrero. La continuidad de otros que eran como el Guadiana, porque aparecían y desaparecían de las alineaciones, Herrera, Cifuentes han dado la vuelta al conjunto ibicenco como un calcetín. La cifra de goles a favor del equiop,abruma, 13 goles en tres jornadas. Para tener éxito primero debemos creer que podemos.

Letal y contundente en ataque, con un Castel estelar jugando ahora si de nueve y Herrera haciendo lo que sabe hacer y no le dejaban hasta ahora. Sobrio en defensa, sin pasar grandes apuros y sabiendo sufrir cuando te aprietan,  La UD mira descaradamente hacia arriba en la clasificación y anticipa una segunda vuelta de emociones fuertes.

Lo que el Málaga bautizó como la fiebre del sábado noche ha sido en realidad una festa pagesa, sin miedo escénico por jugar en un escenario de tronio y ante 17.000 aficionados. . Anticipando que estaban ante algo para recordar en un campo de Primera División y ante un rival histórico, no se lo han querido perder 240 seguidores de la UD que se han desplazado a la ciudad andaluza y que se lo han pasado en grande.

Paco Jémez llegó a Ibiza con una idea de juego y deja claro cada semana que no es muy propenso a los cambios si esa idea tiene éxito desde el primer día. Así que, como era previsible, el técnico ha optado por el mismo dibujo y el mismo equipo con una sola variación, el cambio obligado de Javi Lara que ha dado la titularidad a Manu Molina. Los aficionados celestes parece que tendrán pocos problemas para aprenderse de memoria el once inicial de su equipo.

El choque arrancó sin dueño y con  ritmo enloquecido de una portería a la otra. Jémez había pedido personalidad a los suyos y lo pusieron en práctica sin encerrarse atrás y asomando por el área andaluza forzando un par de saques de esquina sin consecuencias.  No había precisión en las entregas de nos y otros y los ibicencos aprovecharon un error en la salida del Málaga, con un robo de Bogusz que mandó el balón al otro costado. Allí fue más listo Cifuentes que incorporado al ataque por el costado derecho se anticipó en el control y progresó hasta la línea de fondo para poner un el centro al área, los centrales locales no sacaron el balón que cayó muerto a los pies de Castel que golpeó con la derecha y la pelota tras tocar en el travesaño botó dentro de la portería. Solo se habían jugado 12 minutos y el Ibiza se ponía por delante.

La respuesta local fue poner un ritmo frenético al partido, casi enloquecido y los visitantes tenían problemas para bajar las pulsaciones.  El medio campo ibicenco no era capaz de manejar la pelota y tampoco de evitar las llegadas del Málaga por los costados.

Y los problemas crecían porque Bogusz se lesionaba y tenía que abandonar el campo transmitiendo malas sensaciones sobre el alcance de su lesión,. Entraba Miki Villar, pero el Ibiza seguía sin tener posesión y padecía la intensidad andaluza viéndose obligado una y otra vez a hacer faltas castigas con tarjeta. Tres defensas acabaron amonestados el primer tiempo. Sin embargo el juego enloquecido del Málaga no tenía equilibrio ni claridad y solo en un cabezazo de Roberto, el más acertado de los locales pasó apuros Domínguez además de  algunos centros al área sin rematador.

Manu Molina y Diop  intentaban enfriar algo el choque durante el último tramo del primer tiempo en el que Miki Villar perdió una clara ocasión tras un gran pase de Diop,  por un mal control. El Ibiza aguantó la embestida y se fue a los vestuarios con ventaja pero con la necesidad de corregir cosas.

Y la apuesta de Jémez fue arrancar el segundo tiempo presionando más arriba. El fútbol premia a los valientes. A los cuatro minutos de la reanudación, El Ibiza  dibujó una maravilla, robó una pelota en las inmediaciones del área andaluza, Castel desde el costado derecho centró, Guerrero dejó pasar y Herrera golpeó con la izquierda de forma espectacular para poner el balón lejos del alcance de Dani Martín.  Y la tormenta arreció, Escobar, un futbolista que de manera incomprensible se ha pasado la primera vuelta en el banquillo, progresó por su banda, se apoyó en Castel que fue progresando y centró raso para que el lateral argentino que acompañaba la acción pusiera la puntera y su disparo raso acabó en la red.

El Málaga era un juguete roto y en pleno festival, Herrera lanzaba una falta y con la inestimable ayuda de Dani Marín ampliaba todavía más la renta. Solo se habían jugado trece minutos del segundo tiempo y el encuentro estaba sentenciado tras la exhibición de los de Jémez. Tener problemas en los partidos es inevitable, ser derrotados por ellos es opcional.

Con los aficionados ibicencos festejando el histórico triunfo fueron pasando los minutos con el Málaga intentando el gol del honor y con el Ibiza evitando hacer más sangre. Los dos entrenadores movían el banquillo

En la recta final del choque asomó otro de los conceptos en los que los ibicencos son una amenaza: el juego a balón parado. Sirvió de esquina Manu Molina y Goldar sacó sus gadgets para hacer el quinto. Una manita en Málaga algo que ni el más optimista podía imaginar.

El nuevo Ibiza sigue con el viento de cara, dando una sensación de poderío y lo que invita al optimismo, dando sensación de que todavía irá a más. Si es que ya se sabe, ganar no es lo más importante, siempre y cuando se gane.