La irregularidad fuera de casa, un mal a curar para el Eibar antes de que sea demasiado tarde

Radio Eibar

La irregularidad es el mal de este SD Eibar masculino que ilusiona en casa pero que lejos de ella se empequeñece. El Eibar volvió a regresar con las manos vacías en un partido a domicilio. El Sporting de Gijón dominó, sobre todo en la segunda mitad, a un Eibar sin ideas ni atrevimiento.

Parecía que con la victoria en Ibiza, la racha negativa sin victorias fuera de casa estaba solucionada. Una remontada ante el conjunto ibicenco en Can Misses era la aspira perfecta para un dolor que ya comenzaba a ser grave. Sin embargo, el último duelo en Gijón echó por tierra cualquier ápice de ilusión generada por la victoria días antes en Ibiza. El equipo dirigido por Gaizka Garitano volvió a hacer gala de la mengua que sufre en los duelos fuera de casa. El Eibar se hace pequeño ante sus rivales. Flojea, primero en defensa, y falla después en la conexión del centro del campo con la zona atacante. El Eibar no tuvo opciones ofensivas, Matheus no era capaz de conectar con un Bautista sin hueco ni peligro en el área visitante. El desborde por bandas no terminaba de generar espacios y los centros no encontraban buen puerto. El equipo asturiano, eso sí, gozó de ocasiones manifiestas de gol, sin embargo los reiterados fallos rojiblancos no abultaron más el marcador. La imagen de los armeros, lejos de parecerse a la de Ibiza, volvió a ser la de Andorra.

La regularidad, pese al empate ante el Mirandés, en casa del equipo choca con la irregularidad que los azulgranas muestran lejos de Ipurua. Es el mayor mal para un equipo que aspira a pelear por el ascenso. La irregularidad, si se prolonga demasiado, y el equipo flojea, puede tambalear el objetivo. Todavía queda mucha liga, pero los males mejor sanarlos cuanto antes.