Nada puede con un Eibar que mete presión

Eibar

Nada puede con este Eibar. Para matarlo tendrás que rematarlo unas cuentas veces. Porque parecía perder el tren del ascenso directo después de varios reveses seguidos, y de nuevo se mete en la pelea, si alguna vez ha dejado de estar en ella, con dos victorias seguidas dejando la portería a cero que le permiten dormir otra vez colíder de la Liga Smartbank. Es tremenda la resiliencia este equipo de Garitano, que se sobrepuso a la increíble plaga de bajas que está sufriendo para ganar 2-0 en Ipurua al Villarreal B, con los goles de Yannis Rahmani a la media hora de juego y de Ager Aketxe ya cuando el partido languidecía.

Con apenas 15 jugadores de la primera plantilla tuvo que afrontar el partido contra el Villarreal B. Un Eibar lastrado por siete bajas entre lesiones y sanciones fue capaz de superar todas las adversidades y sumar tres puntos de oro ante un filial del Villarreal que le puso contra las cuerdas en la segunda parte. Resistió el equipo armero y encontró el merecido premio.

La primera parte fue del Eibar. El equipo de Garitano entró mejor al partido, con un juego más dinámico que de costumbre ante un rival que sufría sin el control del balón. Es lo que tienen los filiales. Fruto de ese dominio, gracias a su mayor ímpetu, llegó en el 31 el primer tanto del Eibar. Tras un saque de esquina de Matheus desde la izquierda, Yanis Rahmani estuvo atento a la segunda jugada, y después de cazar un rechace de la defensa, marcó con un certero derechazo.

A partir de ahí, el Eibar dispuso de ocasiones para vivir más tranquilo ampliando el marcador, pero no estuvo acertado ante la portería de Giani. La tuvo Stoichkov antes del descanso, por ejemplo. El triple cambio del Villarreal B al inicio de la segunda mitad le permitió pasar a dominar el choque, y ahí pasó apuros el Eibar. Luca tuvo trabajo ante un remate de Fer Niño desde dentro del área. Aguantó el Eibar con una defensa de circunstancias, porque Sergio Álvarez estaba de lateral izquierdo, y al final del partido tuvo de nuevo ocasiones para matar el partido. Ager Aketxe avisó de falta directa desde muy lejos, su especialidad, y Stoichkov tuvo el gol en sus botas en el rechace. Y el propio Aketxe sentenció el encuentro en el minuto 83 con un zurdazo ajustado al palo tras un toque de cabeza de Nolaskoain.