¿Son los gatos un problema para Bizkaia?

Bilbao

Calles, edificios, arbustos... Una cabeza felina sale entre la hierba. Este, en concreto, es un gato doméstico abandonado. A su alrededor una infinidad de gatos que han nacido en la calle. A pesar de que los gatos callejeros no están cuantificados en Bizkaia, son muchas las colonias que viven en diferentes municipios del territorio. "En Barakaldo tenemos gatos de raza abandonados en la calle: persas, azules, rusos... ¿Por qué? Porque la gente hasta hace poco y con la Ley del Parlamento Vasco de Bienestar Animal que entró en vigor en agosto del año pasado no tenía la obligación de chipearlo", explica Alba Delgado, Concejala delegada del Ayuntamiento de Barakaldo del área Desarrollo Sostenible y Medio Natural.

En Euskadi hay registrados casi 27.000 gatos en domicilios. Las cifras de los callejeros oscilan sin un registro concreto. El Ayuntamiento de Bilbao cifra en 110 las colonias, en Trapagaran se registran 300; las protectoras cifran que en todo el país hay una media de tres animales abandonados cada cinco minutos. Cuantificar los gatos es muy difícil. Cada día aparecen gatos nuevos que llegan de zonas rurales y bajan a comer a colonias del núcleo urbano, más todos los que se van abandonando. En Barakaldo hay 56 colonias regladas.

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"Esta es una realidad que lleva existiendo en nuestras ciudades desde hace siglos. Siempre hemos tenido gatos en las calles y la gente les daba de comer porque eran una herramienta para el control de plagas", dice Delgado. "Las ciudades han evolucionado y los gatos siguen estando ahí, pero los medios para controlar esas plagas han cambiado. Tener un animal al que has hecho totalmente dependiente o lo has adaptado a ti y abandonarle... Ellos tenían una función y la siguen teniendo. Lo único que hay que hacer es equilibrar su función en las ciudades", añade.

Control de plagas

Delgado asegura que en su departamento llevan el control de desratización y los controles de avisos. "Sabemos perfectamente dónde tenemos las colonias y dónde tenemos los avisos. Donde tenemos colonias, los avisos son menores. Hay que trasladar a la ciudadanía que esa función existe, bien controlada y en buenas condiciones esos gatos no van a comer ratas. Lo que si es verdad es que las ratas no quieren salir donde hay un depredador", aclara la Concejala delegada del Ayuntamiento de Barakaldo del área Desarrollo Sostenible y Medio Natural. Los felinos mayormente abandonados son gatos con alta edad y enfermedades crónicas.

Egoitz Bikandi, veterinario y vicepresidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Bizkaia opina que tiene que existir una gestión adecuada de las colonias; en el que el método CER (Captura, Esterilización y Retorno) es importante. "Se hace una captura, una esterilización y un retorno para ese animal, en el que también tiene que venir incluido una identificación, un control de ese animal, del estado sanitario... Y sobre todo una vez que se retorna a su espacio, ver cómo va la evolución de ese animal", explica Bikandi".

Katu Ametsak

En Trapagaran, la Asociación Katu Ametsak APA CES Trapagaran está luchando por regularizar las colonias. "El gato no es un animal que se reproduzca por fenómenos naturales, el gato está en la calle por culpa del ser humano", dice Miriam Izquierdo, portavoz de la asociación.

Su principal objetivo es luchar contra el abandono animal, divulgando y cuidando de las colonias felinas. A través de la asociación, implantan el método C.E.S. para la captura, esterilización y posterior suelta de felinos pertenecientes a la localidad de Trapagarán; auxilian a los animales que por su situación de enfermedad, maltrato, abandono, desnutrición, o extrema vulnerabilidad, no sean capaces de valerse por sí mismos en unas mínimas condiciones que garanticen su supervivencia. También se encargan del control de colonias felinas en el municipio, proporcionando alimento y unas condiciones sanitarias mínimas para evitar en la medida de lo posible los problemas vecinales que estas puedan ocasionar.