“Las flores que antes considerábamos muy raras, hoy las encontramos casi en cualquier parterre”
Gorka Belamendia, técnico del CEA, nos explica cómo la huelga de jardineros ha transformado la flora de Vitoria

La huelga de jardineros/as incrementa la diversidad de la flora y la fauna de Gasteiz.
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Vitoria-Gasteiz
La huelga de jardineros y las lluvias de los últimos meses han provocado un desconocido efecto positivo: las calles de la ciudad se han convertido en auténticas pasarelas florales. Gorka Belamendia, técnico del Centro de Estudios Ambientales (CEA), explica que se está viviendo “una explosión de color gracias a que toda esa vegetación se ha transformado en flores".
Uno de los fenómenos más destacados es la proliferación de orquídeas silvestres en pleno asfalto. Llama la atención la orquídea lagarto —especie catalogada como vulnerable en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas— que este año ha alcanzado tamaños de hasta 40 centímetros y una floración espectacular, tras décadas prácticamente invisibilizada por las siegas municipales. “Las flores que antes considerábamos muy raras, hoy las encontramos casi en cualquier parterre”, explica Belamendia.
Junto a la orquídea lagarto, se reconocen otras especies como la orquídea piramidal, que resalta por sus flores de tonos fucsia que se ha visto igualmente beneficiada por la humedad de la primavera. La afluencia de estas plantas demuestra que “simplemente estaban ahí, esperando un respiro para crecer”, añade el técnico del CEA.
Ciencia ciudadana y pasión voluntaria
La 'Red de ciencia ciudadana' del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, con más de 14 programas activos, ha jugado un papel decisivo en el seguimiento esta flora. Unai García de Madinabeitia, electricista de profesión y aficionado a la botánica, es uno de los voluntarios encargados de identificar y registrar las especies que se encuentran: “La pasión nos lleva a fotografiar, investigar y compartir cada descubrimiento. Aquí hay orquídeas increíbles que parecen sacadas de un hotel de insectos” e insiste en que "solo hay que bajar la mirada hacia el suelo. Cuando empiezas a fijarte bien te enamoras".
Ambos coinciden en que este año se ha generado un banco de semillas durmientes que en unos meses despertarán dando lugar a un inmenso abanico floral. Además, insisten, en que se ha generado un caldo de cultivo ideal para insectos polinizadores y aves insectívoras, que encontrarán alimento y refugio abundante en la ciudad.
Hacia una nueva Green City
La explosión vegetal invita a repensar el modelo de gestión del espacio público. Belamendia propone trasladar a la ciudad las buenas prácticas del Anillo Verde: “Dejar crecer franjas espontáneas y segar solo donde sea imprescindible, para crear corredores florales que favorezcan la biodiversidad urbana”.
Mientras tanto, animan a los ciudadanos a sumarse a la conservación y el descubrimiento de este “boom natural”. “La orquídea favorita es siempre la que aún no hemos visto”, bromea García de Madinabeitia, alentando a los vitorianos a agachar la mirada y maravillarse con lo que brota bajo sus pies.

Vania Samperio
Estudiante del Doble Grado de Historia y Periodismo en la Universidad de Navarra. En su tercer año de...