Álava se moviliza por sus 7.000 enfermos de demencia: "El diagnóstico de alzhéimer es como mínimo para dos personas: enferma y cuidadora"
La asociación Afaraba organiza una semana de actividades para visibilizar la enfermedad y reclamar apoyo para los pacientes y, sobre todo, para las familias cuidadoras

El presidente de Afaraba ha visitado los estudios de SER Vitoria

VITORIA-GASTEIZ
Vitoria-Gasteiz se prepara para conmemorar el Día Mundial del Alzhéimer este domingo con un programa de actos que busca poner el foco sobre las más de 7.000 personas que sufren algún tipo de demencia en Álava y en sus familias. La Asociación de familiares y amigos de personas con alzhéimer y otras demencias de Álava (Afaraba)- con más de 1000 asociados en nuestro territorio- ha organizado diferentes actividades: con el objetivo de visibilizar una realidad creciente y el impacto que tiene en todo el núcleo familiar.
El presidente de Afaraba, Miguel Ángel de Echevarría, subraya que la tendencia de la enfermedad es de crecimiento, un fenómeno ligado al envejecimiento de la población, especialmente en las zonas rurales del territorio. Sin embargo, alerta de una realidad preocupante: "estamos a veces preocupados por esas personas que con menos de 50 años se acercan a nuestra asociación para conocer qué servicios damos". El perfil más habitual sigue siendo el de una mujer, una realidad visible en las calles de nuestras ciudades.
Las familias, el pilar olvidado
Ante una enfermedad que todavía no tiene cura, las demandas se centran en la investigación y, sobre todo, en el apoyo a las familias. Echevarría insiste en que el cuidador es la otra cara de la enfermedad. "Yo suelo decir que el diagnóstico del alzhéimer no es el diagnóstico para una persona, es como mínimo para dos personas. ¿Por qué? Porque el cuidador familiar hay que cuidarlo debido al trabajo tan importante que tiene en esta sociedad". Según el presidente de Afaraba, han sido históricamente las familias las que han abierto el camino durante los casi 34 años de vida de la asociación, reclamando respuestas a la ciencia, apoyo a las administraciones e impulsando terapias no farmacológicas que hoy son esenciales. "Fueron y siguen siendo ellas el pilar fundamental para que esta enfermedad esté en bien cuidada la persona y también los cuidadores", afirma.
Para dar respuesta a esta necesidad, Afaraba ofrece programas de atención social, talleres y actividades de convivencia. Un ejemplo es la "Escuela de Cuidados", que el pasado ejercicio contó con 143 participantes, entre cónyuges, hijos y otros familiares. Además, entre diciembre 2023 y diciembre de 2024, se realizaron 2116 intervenciones y se atendió a 756 personas
Ralentizar la enfermedad y normalizar la vida
Frente a una enfermedad que no tiene cura, la clave pasa por "ralentizarla", apunta el presidente de Afaraba. Y para ello, no solo existen vías farmacológicas. El programa de actividades de Afaraba incluye charlas sobre la importancia del ejercicio físico y el entrenamiento de fuerza como herramientas para "retardar esa llegada del Alzhéimer en su fase importante". El lunes con Sara Maldonado, doctora y licenciada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte que hablará de actividad física y Alejandro Muñoz, doctor en Ciencias del Deporte, hablará de ‘Entrenamiento de fuerza de alta intensidad como herramienta para ralentizar el deterioro cognitivo y funcional en el Alzheimer’.
Actos con los que se cierra una semana que arranca con un puesto informativo en el Boulevard, seguido de un acto institucional y una gala solidaria donde se presentará un coro integrado por personas con demencia y sus familiares. El domingo, día central, habrá una marcha solidaria y el simbólico repique de las campanas de San Miguel y San Antonio para visibilizar la jornada. Un llamamiento final del presidente no es por dinero, sino por afecto. "Lo que sí nos hace falta es el cariño que a veces recibimos de personas que realmente nunca esperamos". Menciona con gratitud donaciones inesperadas de una cuadrilla de blusas y una comunidad de vecinos de Amurrio, gestos que "nos dan fuerza para seguir y eso es lo que queremos, seguir haciendo lo mejor para dar calidad de vida a todos los familiares".




