Le piden diez años de prisión al dueño de un pub en Chantada que violó a una joven en el local, una acusación que niega el procesado
El hombre asegura que la relación fue consentida mientras que la acusación mantiene que se produjo “sin consentimiento”
Lugo
Arrancó en la Audiencia Provincia de Lugo el juicio contra un hombre acusado de violar a una joven a la que conocía, ambos son de origen sudamericano, después de encerrarla en el local que regentaba en Chantada tras la hora de cierre del mismo.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, los hechos se remontan a la madrugada del uno de octubre de 2017, cuando la joven, de 20 años, acudía con unos amigos a un establecimiento de ocio nocturno en la localidad chantadina.
Una vez en el interior, la víctima saludó al acusado, al que conocía desde hacía año y medio y que además de propietario del local era el DJ.
Sobre las siete de la mañana, la joven abandonó el pub para regresar a su domicilio, pero advirtió que le faltaba el teléfono móvil. Por ello volvió al local y le preguntó al acusado, que le dijo que estaba en la cabina de DJ.
Cuando la joven subió a la cabina, el hombre aprovechó para cerrar la puerta del local y apagar las luces. Seguidamente, “movido por el ánimo de satisfacer su apetito sexual” y “sin consentimiento” de la mujer, la abrazó fuertemente y la besó y, posteriormente, le quitó los pantalones y la ropa interior y la violó, según la acusación pública.
La fiscalía considera los hechos constitutivos de un delito de agresión sexual con acceso carnal y requiere para el acusado 10 años de prisión, así como que permanezca alejado de la víctima 18 años y la indemnice con 15 mil euros.
La defensa que ejerce David Perales, anunciaba antes de entrar en sala que iba a pedir la “absolución, porque creemos que los hechos que se produjeron no tienen nada que ver y entendemos que fue una relación consentida como ya se había producido con anterioridad”. “Hay unas graves discrepancias en la declaración de ella tanto ante la Guardia Civil como en sede judicial, incluso ante la médico forense y no hay ninguna lesión acreditada para que sea una agresión sexual”, ha reafirmado.
Junto al abogado iba el procesado, que también antes de entrar al juicio, negaba los hechos ante la prensa y soltaba que “no” tiene nada que “esconder”, argumento que le sirvió para asegurar que estaba “tranquilo”. “Aquí estamos para eso”, esgrimió.
También puntualizaba con un “claro que si”, que la relación fue “consentida”, para, seguidamente, justificar la denuncia en base a que “no sé sí estaba tomada (bebida) o que, no sé porque la verdad todavía no lo comprendo”, cerraba su intervención antes de entrar en sala judicial en la Audiencia Provincial de Lugo.