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Athletic-2 Celta-1

El Celta de Carvalhal juega con fuego

Los celestes caen en un partido marcado por errores groseros

BILBAO, 20/05/2023.- El entrenador del Celta, Carlos Carvalhal, durante el partido de LaLiga Santander de la jornada 35 entre el Athletic Club de Bilbao y el RC Celta de Vigo celebrado este sábado en el estadio de San Mamés, en Bilbao. EFE/ Luis Tejido / Luis Tejido EFE

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Cuesta abajo y sin frenos. El Celta ha decidido desde hace dos meses apuntarse al salto base y lanzarse sin paracaídas para disfrutar de la adrenalina del riesgo. Una derrota más, la cuarta seguida, con los mismos síntomas de las anteriores. Pocos equipos pueden presumir de conceder a los rivales casi un 100% de efectividad en sus remates a portería y, sobre todo, que el primer disparo casi siempre se convierta en gol. Lo hizo el Villarreal, también el Getafe, el Valencia no fue menos y, hoy, el Athletic. No era esto patrimonio exclusivo ni de Coudet ni de Marchesin.

En los primeros cuatro minutos no había hecho nada el equipo de Valverde y el Celta parecía ordenado. Solo necesitó un mal despeje de Galán, por exceso de confianza, para forzar el Athletic un saque de banda a su favor en zona de ataque. De ese saque de banda llega el error grosero de Galán que concede a Oscar de Marcos un centro limpio desde la banda. Centro tan limpio que permite a Iñaki Williams rematar de cabeza casi solo. Si el otro día se relajó en la marca Unai con Alberto Martí en el 88, en esta ocasión, en el minuto 4 y medio fue Aidoo el que le concedió a Williams el espacio necesario. Ya lo decía Benito Floro: la importancia del saque de banda.

A partir de ahí, sin Aspas en el verde, el juego del Celta pasaba por una premisa: todos los balones a Carles Pérez, nuestro Lebron James, para que se jugara en uno contra uno la mayor parte de los balones. Quemaba mucho el esférico y no encontraba espacios el Celta. El Athletic cosió a faltas tácticas a Strand Larsen aprovechando que es un delantero tierno. Melero López lo permitió. Solo un disparo de Veiga desde fuera del área permitió al Celta probar a Unai Simón que hizo una gran estirada para evitar el empate. Poco balance ofensivo como en Villarreal o Getafe. El Celta está perdiendo solidez defensiva inversamente proporcional a la pérdida de pegada.

Cuando moría la primera parte, otro despiste en un saque de banda, permite a Iñaki Williams forzar un córner en una jugada aislada. En ese córner con marca difusa de los centrales del Celta, Yuri remata solo de cabeza e Iván Villar, con un paradón, evita el gol.

En la segunda mitad la cosa cambió. Miguel Rodríguez y Mingueza le dieron profundidad y amplitud al equipo. El Celta presionó arriba, mordió y salió con otra actitud. Precisamente a los 5 minutos Larsen remató de cabeza (milagro a las tres) un buen centro de Miguel Rodríguez. La jugada la había iniciado Luca de la Torre con un cambio de ritmo y habilitando con un pase medido a Miguel dentro del área. El redondelano sumaba una nueva asistencia de gol. El Celta se lo creyó y el Athletic estaba sufriendo. Llegó ese momento de calibrar qué hacer. Pero el Celta se fue arriba con todo. El Athletic estaba dudando y con problemas para elaborar. De nuevo una jugada aislada acabó con un centro largo desde la derecha que llega a Berenguer dentro del área por la izquierda. Un diestro entrando a perfil zurdo, al que Mingueza le tapa la izquierda y le concede abrir ángulo para su pierna buena. La cosa acaba en tragedia: gol de Berenguer. Tercer disparo a puerta del Athletic y segundo gol. A partir de ahí, un Celta inconexo y dubitativo cayó en la red de Valverde de aplatanar el partido. Se jugó muy poco y el Celta no encontraba el camino para probar a Unai Simón. Los de Carvalhal estaban tan tocados que ni siquiera protestaban, presentaban síntomas de agarrotamiento y cometieron torpezas como faltas en ataque sin sentido que ayudaban a las pérdidas de tiempo del rival. Casi bajaron los brazos por pura impotencia o presión.

A Carvalhal se le ha caído el castillo que parecía de piedra granítica pero ahora parece de naipes con una baraja sin ases ni treses. Tienen solamente dos días para reflexionar en ese vestuario de lo que se están jugando el martes contra el Girona. Llega uno de esos partidos en el que los Kevin, Hugo Mallo o Aspas van a ser fundamentales. Nadie mejor que los de la casa para saber lo mucho que se juegan y lo mucho que les duele. En las manos del club también está el poder contar con 5.000 aficionados más apretando al rival, al árbitro y apoyando a los suyos. Marcador podría ser clave. El Celta sigue en caída libre y jugando con fuego. El martes veremos si Carvalhal ha comprado paracaídas para sus jugadores.

 
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