Como sobrevivir al "Minuto Simeone"

Vigo

El guión se repite sin que el Celta sea capaz de encontrar la kryptonita que sea efectiva contra Simeone durante los 90 minutos. El Cholo, que es un profundo convencido de la superstición, repitió el mismo guión que le ha llevado al estrellato contra el Celta en los últimos años. Paciencia y a esperar. Hacer un partido largo y aprovechar las debilidades, ansiedades y ensoñaciones del rival.

Minuto 87 de partido y el Celta se fue a tumba abierta a intentar ganarle al Atlético de Madrid que, por méritos propios, si que mereció tener peor suerte que el equipo de Giráldez. Pero este deporte no va de méritos. Tuvieron Alfon y Javi Rodríguez el 1-0 en el 86 y en el 88. Sus remates salieron desviados por poco. Era el último asalto con el Celta por delante en las cartulinas, pero los de Giráldez intentaron lograr el KO técnico que llevase al delirio a la afición. No se conformaron con el combate nulo o con la victoria a los puntos. Cuando estaba a punto de sonar la campana, un descuido al bajar la guardia le permitió a un pegador como el Atlético mandar a la lona al Celta de un solo derechazo. Solamente necesitó el Cholo dos golpes y dos tiros para noquear al Celta. Uno de Riquelme muy al final que paró Guaita y el gol de oportunismo y calidad de Julián Álvarez. La pegada millonaria del Atlético se impuso.

Se estaba gustando el Celta que acababa de meter una mano al mentón del Atlético con una grandísima oportunidad de KO. Javi Rodríguez remató solo en el área pequeña pero muy desviado. Y después llegó el despiste. Simeone, que es zorro viejo, leyó la fragilidad del Celta en la banda derecha y le dijo a Antoine que se dejase llevar por ahí. Recibió y tuvo tiempo de levantar la cabeza, pensar y ponerla perfecta en el segundo palo. Hugo Álvarez no apretó en banda al francés como también pasó con Berenguer en Bilbao hace escasamente 4 días. Y ese momento costó carísimo nuevamente. Es como cuando un quarterback tiene tiempo para pensar, leer el pase y armar el brazo con tranquilidad. Si el quarterback está apretado por la defensa, lo tendrá más complicado. Si le das dos segundos…estás muerto. Griezmann da una asistencia letal que Julián Álvarez convierte en gol con un toque. Por algo han pagado casi 90 kilos por este delantero.

El mérito del Celta fue concederle al Atlético de Madrid tan poco. Tan solo dos ocasiones en todo el partido. El mérito fue hacer un partido defensivo rozando la perfección durante 85 minutos. Starfelt realizó uno de sus mejores partidos desde que llegó, Marcos Alonso rozó el sobresaliente y Manquillo, estuvo a gran nivel hasta que la gasolina se le agotó. Pero, al igual que en San Mamés, el rival no necesitó ni dar su mejor versión ni atacar insistentemente. Solamente necesitó dos ocasiones el Atlético para un gol o solamente necesitó cinco tiros el Athletic para hacerle tres goles al Celta.

Pero este cruel guión simeónico es el mismo que la pasada temporada en la jornada 35. El Celta estaba haciendo en el Metropolitano un partido defensivo rozando la perfección. Pero un despiste en un córner le permitió a Rodrigo de Paul disparar desde la frontal. Fue el 1-0 en el minuto 86. Ese despiste o esas décimas de segundo que cuestan caras.

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El mismo guión simeónico que, hace dos temporadas en Balaídos. El Celta, en superioridad numérica, perdía en el 89 con gol de Memphis Depay de rechazo en el segundo palo. Los celestes se fueron a por la victoria con todo sin dar por bueno el empate. En una contra de Carrasco por banda, los colchoneros lograron el 0-1 sin merecerlo. Pero esto no va de méritos. Ya lo dijo Simeone ayer: algo haremos bien para ganar tirando solo dos veces a puerta. El fútbol fue cruel con el Celta. Pero son lecciones para aprender de los errores y de los despistes defensivos que cuestan tan caro.

uión se repite sin que el Celta sea capaz de encontrar la kryptonita que sea efectiva contra Simeone durante los 90 minutos. El Cholo, que es un profundo convencido de la superstición, repitió el mismo guión que le ha llevado al estrellato contra el Celta en los últimos años. Paciencia y a esperar. Hacer un partido largo y aprovechar las debilidades, ansiedades y ensoñaciones del rival.

Minuto 87 de partido y el Celta se fue a tumba abierta a intentar ganarle al Atlético de Madrid que, por méritos propios, si que mereció tener peor suerte que el equipo de Giráldez. Pero este deporte no va de méritos. Tuvieron Alfon y Javi Rodríguez el 1-0 en el 86 y en el 88. Sus remates salieron desviados por poco. Era el último asalto con el Celta por delante en las cartulinas, pero los de Giráldez intentaron lograr el KO técnico que llevase al delirio a la afición. No se conformaron con el combate nulo o con la victoria a los puntos. Cuando estaba a punto de sonar la campana, un descuido al bajar la guardia le permitió a un pegador como el Atlético mandar a la lona al Celta de un solo derechazo. Solamente necesitó el Cholo dos golpes y dos tiros para noquear al Celta. Uno de Riquelme muy al final que paró Guaita y el gol de oportunismo y calidad de Julián Álvarez. La pegada millonaria del Atlético se impuso.

Se estaba gustando el Celta que acababa de meter una mano al mentón del Atlético con una grandísima oportunidad de KO. Javi Rodríguez remató solo en el área pequeña pero muy desviado. Y después llegó el despiste. Simeone, que es zorro viejo, leyó la fragilidad del Celta en la banda derecha y le dijo a Antoine que se dejase llevar por ahí. Recibió y tuvo tiempo de levantar la cabeza, pensar y ponerla perfecta en el segundo palo. Hugo Álvarez no apretó en banda al francés como también pasó con Berenguer en Bilbao hace escasamente 4 días. Y ese momento costó carísimo nuevamente. Es como cuando un quarterback tiene tiempo para pensar, leer el pase y armar el brazo con tranquilidad. Si el quarterback está apretado por la defensa, lo tendrá más complicado. Si le das dos segundos…estás muerto. Griezmann da una asistencia letal que Julián Álvarez convierte en gol con un toque. Por algo han pagado casi 90 kilos por este delantero.

El mérito del Celta fue concederle al Atlético de Madrid tan poco. Tan solo dos ocasiones en todo el partido. El mérito fue hacer un partido defensivo rozando la perfección durante 85 minutos. Starfelt realizó uno de sus mejores partidos desde que llegó, Marcos Alonso rozó el sobresaliente y Manquillo, estuvo a gran nivel hasta que la gasolina se le agotó. Pero, al igual que en San Mamés, el rival no necesitó ni dar su mejor versión ni atacar insistentemente. Solamente necesitó dos ocasiones el Atlético para un gol o solamente necesitó cinco tiros el Athletic para hacerle tres goles al Celta.

Pero este cruel guión simeónico es el mismo que la pasada temporada en la jornada 35. El Celta estaba haciendo en el Metropolitano un partido defensivo rozando la perfección. Pero un despiste en un córner le permitió a Rodrigo de Paul disparar desde la frontal. Fue el 1-0 en el minuto 86. Ese despiste o esas décimas de segundo que cuestan caras.

El mismo guión simeónico que, hace dos temporadas en Balaídos. El Celta, en superioridad numérica, perdía en el 89 con gol de Memphis Depay de rechazo en el segundo palo. Los celestes se fueron a por la victoria con todo sin dar por bueno el empate. En una contra de Carrasco por banda, los colchoneros lograron el 0-1 sin merecerlo. Pero esto no va de méritos. Ya lo dijo Simeone ayer: algo haremos bien para ganar tirando solo dos veces a puerta. El fútbol fue cruel con el Celta. Pero son lecciones para aprender de los errores y de los despistes defensivos que cuestan tan caro.