Consejos para no quedarse en blanco en selectividad
La psicóloga Jennifer Souto explica cómo enfrentar los exámenes y cómo pueden ayudar las familias

Consejos para no quedarse en blanco los exámenes de selectividad
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Lugo
En las últimas horas antes de que los estudiantes de segundo de bachillerato se sienten delante de los exámenes de acceso a la universidad, afloran con más intensidad los nervios y las inseguridades, y aparece el miedo a que suceda lo peor: quedarse en blanco. La psicóloga Jennifer Souto da unas pautas para evitarlo.
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El primer consejo es evitar "los atracones del último día", dice. "No son buenos, porque afloran los nervios y aparece la ansiedad ante una prueba a la que los estudiantes le dan mucha importancia", añade.
La relevancia que le dan los alumnos a la prueba también incluye mucho: "Hay una percepción del examen como un momento muy decisivo, creemos que va a definir por completo nuestro futuro". Esta forma de verlo "genera aún más presión". A esto se le suma "el miedo al fracaso y a no cumplir expectativas" que a menudo "contribuyen a aumentar las familias, aún sin quererlo".
Todas estas cuestiones pueden activar respuestas "de lucha o de huida" que generan "mucha dificultad a la hora de concentrarnos". Ante esa perspectiva, "se nos acelera el corazón y tenemos pensamientos negativos recurrentes", explica la psicóloga.
Los momentos previos al examen
En las horas anteriores a la prueba, es importante esforzarse por gestionar el nerviosismo, que se acentúa en esos momentos, "más si hablamos de un examen tan importante y decisivo como este, que es así como lo vemos", apunta Jennifer Souto.
"Una buena gestión de los nervios me va a evitar que se produzca situaciones como la de quedarse en blanco", que es fruto de "una sobrecarga cognitiva". Lo que recomiendo evitar es "el día anterior querer interiorizar absolutamente todo de golpe". "No es buen momento porque nos satura", explica.
Lo que recomienda es "intentar relajarnos, tirar de respiraciones profundas e incluso la meditación". Son estrategias que ayudan a evitar pensamientos "del tipo de 'no sé nada', que es un comentario que se escucha mucho antes de los exámenes".
Propone sustituir ese pensamiento por otros como "la información está en mi cabeza, solo tengo que calmarme" o "sé más de lo que creo".
¿Cómo pueden ayudar las familias?
A menudo, a pesar de hacerlo sin mala intención, son las propias familias quienes contribuyen a alimentar ese agobio que puede conducir a una situación de estrés durante el examen. "Con frases como 'espero que lo hagas bien' o 'tienes que sacar la mejor nota posible' a veces contribuimos a generar ansiedad, porque son mensajes que hacen mella", dice la psicóloga.
Además, los mensajes de "si no apruebas no tienes futuro, o la idea de que no sacar la nota necesaria es un fracaso" tampoco ayudan. Otra cuestión fundamental es evitar las comparaciones con hermanos, primos, compañeros e incluso con la experiencia propia: "Más que ayudar perjudican mucho.
En su lugar, Souto propone "usar otras expresiones como 'confío en ti pase lo que pase', porque servirán para reforzar la confianza". En general, se trata de ofrecer apoyo emocional y "evitar hacer que aumente la presión" adoptando "un enfoque de apoyo, en lugar de enfatizar en el resultado final, que además en la PAU solemos caer mucho en eso".
Además, ayuda mucho "facilitar un ambiente tranquilo en casa". "Ya el estudiante está demasiado nervioso, así que hay que intentar evitar discusiones, exigencias y situaciones que acrecientan esos nervios", apunta.
¿Qué pasa si no entro en lo que quiero?
La presión por alcanzar la nota necesaria para poder entrar en la carrera escogida es una de las cuestiones que más ansiedad genera. Además "tendemos a pensar que el resultado de los exámenes va a marcar toda la vida".
Sin embargo, propone plantearse la situación de otra manera. "Pregúntate si el resultado verdaderamente va a condicionar tanto tu futuro, si hay otras formas de alcanzar tu objetivo", aconseja.
"La mente es una herramienta increíble y saber cómo funciona nos permite usarla a nuestro favor", concluye. "Vienes de un año de estudio que ha sido largo e intenso, hay que confiar en esa preparación y plantearse el examen como una etapa más de ese camino".