“Dormimos peor, comemos menos y nos sentimos más cansados”: el calor extremo desajusta nuestro cuerpo

MURCIA

El verano trae consigo más que vacaciones y sol. También altera profundamente el funcionamiento del cuerpo humano. Así lo explica en Hora 14 María Ángeles Bonmatí, doctora en Fisiología y profesora de Anatomía en la Universidad de Murcia y experta en cronobiología, quien advierte que el calor extremo, especialmente el nocturno, “fragmenta el sueño, lo vuelve superficial y nos deja más cansados al despertar”.

Bonmatí detalla cómo el cuerpo activa mecanismos como la vasodilatación y la sudoración para regular la temperatura, pero estos procesos también afectan al descanso, al estado de ánimo y al apetito. “Dormir con temperaturas por encima de los 27 grados es muy difícil. Lo ideal sería entre 19 y 22 grados”, señala.

La experta recomienda ventilar las habitaciones por la noche, evitar el uso prolongado del aire acondicionado y optar por ropa y sábanas transpirables. También insiste en la importancia de la hidratación y de consumir alimentos frescos y ricos en agua, como frutas de temporada.

Además del calor, los cambios de rutina durante las vacaciones pueden desajustar los ritmos circadianos. “No hay que obsesionarse, pero sí intentar mantener cierta regularidad en los horarios, especialmente en los niños”, aconseja Bonmatí, quien recuerda que el bienestar físico y mental también depende de mantener hábitos saludables como el deporte, la lectura y el ocio consciente.