Tom Cruise: ''¿Mis películas en una plataforma? No va a ocurrir nunca"

Cannes

Tom Cruise es una de las pocas estrellas que se mantiene fiel a las salas de cine. A sus 60 años sigue siendo uno de esos actores que defiende la pantalla grande y que lleva al público a ver sus películas en los cines de todo el mundo. No ha trabajado con ninguna plataforma, ni ha hecho publicidad, lo suyo es el cine. De esa faceta presume el Festival de Cannes, certamen que lleva siendo palanca del streaming desde hace años, y que en esta 75 edición ha homenajeado al actor por toda su carrera recibiendo, además, su nuevo blockbuster, Top Gun Maverick.

"Jamás, no va a pasar nunca. Nunca", insistía el actor sobre el escenario de la Sala Debussy, a la pregunta de si alguna de sus películas podría haber acabado estrenada en una plataforma. Tanto Top Gun Maverick, la secuela de la cinta de Tony Scott que le dio fama mundial, como la nueva entrega de Misión imposible, han tenido retrasos por culpa de la pandemia, pero han esperado hasta que los cines estuvieran al 100 por ciento. "Voy al cine y veo a la gente sirviendo las palomitas, trabajando en los cines y teniendo todo listo. Yo pienso en esa gente cuando hago películas. En la belleza del cine y en el trabajo de toda la gente que trabaja en cada departamento", explicaba el actor que reconocía que cuando empezó su carrera se estudiaba los títulos de crédito de todas las películas y que iba preguntando departamento por departamento a todos los trabajadores.

El suyo es un caso de longevidad raro en el Hollywood actual. Si nos fijamos en otras estrellas, los superhéroes han reemplazado a los actores como el foco principal de la industria. Tampoco se ha decantado por las series y hasta tuvo sus más y sus menos con la Paramount por querer mantener menos tiempo Misión imposible en las salas. Pocos rostros de aquel Hollywood de los 70 y 80 quedan hoy y pocos se mantienen como él. Pero aquí está Tom Cruise, actor y productor. "Después de todo lo que hemos pasado es precioso estar aquí en una sala d cine ver vuestras caras, es un privilegio para mí", decía en una sala abarrotada en el Palais, justo antes de darse un baño de masas en la alfombra roja.

La última vez que Cruise estuvo en Cannes fue en 1992, para el estreno de Un horizonte muy lejano con su entonces esposa Nicole Kidman. Cruise era por entonces ya conocido, pero la estrella que es ahora. Todavía no se había lanzado al cine de acción, a esas películas y sagas taquielleras como Top Gun y también como Mission Imposible. "De las secuelas he aprendido a hacer un diálogo con la audiencia, a darles siempre algo más", explicaba.

"Todos soñamos con lo que queremos en nuestra vida y este es mi sueño. Lo que hago es lo que querría hacer todos los días de mi vida", decía orgulloso de su carrera. Esa que le ha llevado por todo tipo de películas y que le ha dado la oportunidad de trabajar con los grandes directores. Con Kubrick rodó Eyes wide shut, con Scorsese trabajó en El color del dinero, con Spielberg un par de veces, entre ellas Minority Report, con Paul Thomas Anderson hizo uno de sus mejores papeles en Magnolia, con Cameron Crowe protagonizóJerry Maguire y con Neil Jordan Entrevista con el vampiro. Todos le recordamos protestando contra la guerra de Vietnam en Nacido el cuatro de julio, de Oliver Stone, o hablando del código rojo en Algunos hombres buenos, a las órdenes de Rob Reiner. Es historia de Hollywood y, por tanto, historia del cine.

El actor dice que es amante de la aventura desde niño y que soñaba con hacer todas las cosas que hace en el rodaje de estas películas: ir en moto, saltar en helicóptero, tirarse en paracaídas, a pesar de los riesgos. "Me subía al tejado y me gustaba saltar de ahí, muchas veces pensaba en la bronca que me iba a echar mi madre después", rememoraba acordándose de su infancia el actor. Muchos se han reído de su estatura, sin ver que ha sido uno de los actores que más ha trabajado el físico en sus interpretaciones. Usa muy pocos dobles de acción. Algo que siempre ha negociado. "Es como si le preguntas a Gene Kelly por qué baila, por qué canta un músico, a me gusta hacer de todo", respondía el actor. "Me gusta pensar en el público, crear algo que sea una experiencia única para ellos y he trabajado y estudiado para lograrlo. No fui a una escuela de cine, pero vi muchas películas y mi escuela fue el set de rodaje", en el que empezó con 18 años. "Sabía que tenía que estudiar todo, la fotografía, y cada aspecto de cada película, esa ha sido mi educación cinéfila. No tengo miedo a decir que no sé algo, pero intento esforzarme en entenderlo y ese ha sido mi viaje", añadía Cruise.

Si en la primera Top Gun, esa que le permitió hacer un tour mundial de promoción, viajar y recorrer países. Uno de sus sueños, el actor contaba una historia de amistad, en esta segunda entrega se habla del legado, de qué dejar para una nueva generación. Es casi una película que habla del momento vital de Cruise. "Doy mi vida por esto porque me siento muy privilegiado por poder dedicarme esto. Me encanta. No estaba preparado para hacer una secuela cuando me lo propusieron tras rodar la primera. Tenía que crecer como actor, y al hacer secuelas he aprendido que puedo tener un diálogo con el público, hay algo único en eso. Yo me planteo qué le puedo dar a una audiencia hoy que merezca la pena. No quiero decepcionar a las nuevas generaciones".

Según la web The Numbers, las 39 películas que Cruise ha rodado como actor protagonista han recaudado casi 8.500 millones de dólares en todo el mundo. Se estima que Top Gun: Maverick recaude hasta 390 millones de dólares solo en Estados Unidos, según Box Office Pro. Su estreno el próximo viernes es una prueba de fuego para la taquilla, para los cines, para un tipo de cine artesanal, industrial, que genera empleo y que genera ilusión y emoción en los espectadores. Es la emoción de aquellos que salían de ver Top Gun en 1986 y querían pilotar un avión o comprarse unas gafas como las suyas. La emoción Cruise sentía como niño en el cine.