La llegada de una ola de calor en mayo ha adelantado este año la temporada de piscinas. En algunas localidades las piscinas municipales ya están abiertas, mientras los particulares se afanan por abrirla cuanto antes. Manuel lleva todo el día recorriendo Madrid con la furgoneta de Fexpool, la empresa en la que trabaja arreglando piscinas. Son las ocho de la tarde y ha puesto a punto cinco, pero su día todavía no ha acabado. "Mayo y junio son los peores meses porque nadie es previsor, llega el calor y todo el mundo se acuerda en este momento de la piscina, así que se encuentran con los motores rotos o el agua verde", explica.

Estos dos últimos año se ha hecho todavía más necesario el mantenimiento, porque se han producido dos episodios meteorológicos que han supuesto muchos destrozos: la borrasca Filomena y una nube de polvo sahariano en marzo de 2022. "Probablemente han sido los dos peores años", cuenta Manuel, "ahora estamos encontrándonos piscinas que están prácticamente rojas por la calima".

Las piscinas comunitarias también se ponen a punto, aunque en ellas el principal problema es poner a los vecinos de acuerdo. Encontrar una urbanización con este extra es algo muy demandado por los propietarios, pero conlleva también algunos quebraderos de cabeza, como el cumplimiento de las normas comunes o la subida de los costes en los gastos de comunidad. Noelia Mochales, vicepresidenta tercera del Colegio de Administradores de Fincas de Madrid, explica que en las comunidades con más de 30 vecinos, el coste de mantener la piscina y contratar a un socorrista puede ascender a unos 10.500 euros más IVA. Para Mochales las piscinas "son un servicio muy popular y necesario en verano, que permite que los vecinos se relacionen", aunque reconoce que "a veces pueden ser foco de conflicto porque no deja de ser un espacio donde hay que cumplir unas normas y la gente no siempre las respeta".

Alquilar una piscina por horas

Pero también existen opciones para conseguir el ansiado chapuzón sin responsabilidades de tener que prepararla antes o de lidiar con los vecinos. Por un lado, el servicio de piscinas municipales, que está ya abierto en algunas localidades, y el alquiler de piscinas privadas por horas. En Swimmy llevan desde 2017 poniendo en contacto en España a propietarios de piscinas con personas que buscan darse un baño en un lugar más privado que una piscina pública. Estefanía Leyva, directora de comunicación de la empresa, explica en Código de Barras que la mayoría de propietarios que ofrecen sus piscinas lo hacen para darle otra vida a un espacio poco utilizado. El concepto de economía colaborativa invita a que quienes alquilan el espacio lo hagan en grupo. De esa forma, se aprovecha la piscina y la experiencia resulta también más barata.