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El Gobierno aprueba la Ley Audiovisual con la abstención del PP y Podemos y enfurece a los productores independientes

El PSOE salva el polémico proyecto que lo ha enfrentado con los productores de cine independiente y con sus socios parlamentarios por una enmienda que beneficiará a las televisiones privadas. Unidas Podemos se ha abstenido tras mostrar su desacuerdo con esta iniciativa. Es la primera vez que el socio de coalición no apoya un proyecto del Gobierno

Imagen de un rodaje / GETTY IMAGES / guruXOOX

Madrid

El proyecto de la Ley Audiovisual es el último capítulo que provoca una grieta en el Gobierno de coalición. La norma recibió el aval para su tramitación parlamentaria pero los socialistas habían incorporado una enmienda que cambiaba la definición de productor independiente. La nueva fórmula ha recibido el rechazo en bloque de todas las plataformas de productores y de Unidas Podemos, que secunda la protesta de éstos al considerar que ese cambio favorece al duopolio televisivo. Tras días de comunicados, actos y peticiones al ministro de Cultura que interviniera en una negociación que ha pilotado la titular de Economía, el Gobierno ha salvado la polémica ley gracias a la abstención del PP y sin el apoyo de sus habituales socios parlamentarios. Unidas Podemos se ha abstenido tras mostrar su desacuerdo con esta iniciativa. Es la primera vez que el socio de coalición no apoya un proyecto del Gobierno.

En el debate en el Congreso, el PSOE ha defendido que el texto es fruto del diálogo y ha rechazado que la ley perjudique a la producción independiente. “Esta ley nace con la intención de responder a la transformación tecnológica de los últimos años y los cambios en los hábitos de consumo”. Begoña Nasarre cree que el proyecto impulsa el empleo y la inversión en el ámbito audiovisual. “Multiplica por cinco la obligación que tienen las televisiones de financiar la producción independiente, el fondo para la cinematografía se ha impulsado con más de 100 millones, las ayudas selectivas han crecido hasta los 16 millones de euros, un sector, el de los productores independientes, que valoramos, reivindicamos y nos enorgullece cuando triunfa en España y fuera con grandes producciones. Es Marca España”.

El resto de grupos, con los socios de coalición a la cabeza, han afeado a los socialistas entregarse a las televisiones privadas. Sofía Castañón, de Unidas Podemos, ha reprochado su traición a un sector de la industria. "Esta ley no protege la producción independiente. Es dañino para el sector y favorece al duopolio mediático", ha expresado la diputada. ERC, que negoció a fondo este proyecto para las cuotas del catalán, también votará en contra por ese cambio en la enmienda. Los republicanos acusan a los socialistas de "beneficiar a los grandes grupos de televisión y a las grandes productoras que le hacen campaña política". "Nos recuerdan una vez más que son la segunda pata del régimen del 78. No cuenten con nosotros en sus chantajes y en sus reformas baratas. No vamos a dejar tirados al sector de la producción independiente en Cataluña. Con esa maniobra se están cargando que puedan salir más ‘Alcarràs’. Han dinamitado el acuerdo que teníamos para esta ley", ha defendido Joan Margall.

"Va claramente contra la producción independiente" y se entrega a las todopoderosas plataformas, ha avisado también Joan Baldoví, de Compromís. Mertxe Aizpurua, la representante de EH Bildu, acusa al Gobierno de plegarse a los intereses de las televisiones privadas y condena a la producción independiente a su desaparición. "Si no se acepta nuestra enmienda, nuestro voto será que no porque respetamos la pluralidad y calidad de los creadores independentes", Aizpurua se refiere a la enmienda transaccional que su partido presentó junto a ERC y Unidas Podemos para volver al texto original y que ha sido desestimada.

Nadia Calviño ha argumentado que "han logrado el adecuado equilibrio para proteger a los productores independientes cuyo apoyo se va a multiplicar por tres o cuatro de lo que teníamos anteriormente". La cuestión no es cuánto se apoya a los productores independientes, sino qué es un productor independiente. El motivo de la polémica es que el PSOE introdujo en el último momento una enmienda en el texto que cambiaba la definición de "productor independiente", abriendo el arco para entrar en esa categoría y, en consecuencia, beneficiarse de sus ayudas y beneficios, a prestadores de servicio que vayan a trabajar con televisiones privadas y plataformas. Una medida que no existe en ningún país de nuestro entorno y que los productores tildan de "competencia desleal". Todas las plataformas de productoras independientes (representados por PATE y la Plataforma Audiovisual de Productoras Independientes, P.A.P, que a su vez incluye a AECINE, PIAF, PROA y los productores de animación, DIBOOS) consideran que la redacción de la norma amenaza la diversidad del cine español, prevén consecuencias devastadoras en el sector y avisan de que contemplan acudir a la UE a pedir amparo.

"Es una mazazo definitivo a la producción independiente y a la marca España del audiovisual. Nos sentimos traicionados por el Gobierno, en este caso por el PSOE porque Podemos está de nuestro lados, y por los partidos políticos, el PP se ha quitado la máscara. Los dos gran partidos de este país siguen vendiéndose a las televisiones privadas", valora Jordi B. Oliva, presidente de la Federación de Productores Audiovisuales. Con la nueva ley, las productoras que son dependientes de las televisiones privadas podrán crear contenidos para terceros y autoconsiderarse independientes. De esa manera, se beneficiarían de un tanto por ciento de las ayudas reservadas al cine independiente. Hasta ahora no podían por tener una relación directa. Esto genera un contexto de competencia desleal. "Va a desequilibrar el ecosistema y las productoras independientes que somos los creadores, el talento, la mirada femenina y el talento, cada vez vamos a ser menos. Además, esto podría llegar a una autofinanciación encubierta o incluso a financiar obras para las plataformas. Desvirtúa el marco legal y el espíritu de la trasposición europea, que quería defender la competitividad nacional", alerta Oliva que, según las estimaciones hechas por las productoras, la ley amenaza además unos 25.000 empleos directos.

Durante los últimos días han redoblado los esfuerzos, desde el Festival de Cannes y desde Madrid, para intentar parar "esta barbarie" que haría prácticamente imposible que películas como 'Alcarràs' o 'Cinco lobitos' salieran adelante. Los productores han sido muy duros con el ministro de Cultura, Miquel Iceta, quien no les ha respondido ni ha ejercido de interlocutor en esta crisis que abre una guerra total con el sector. "El Ministerio de Cultura no ha tenido ni la capacidad ni la voluntad de revertir esta situación. Ya sabemos quién tiene la fuerza dentro del Gobierno para favorecer a unos y desfavorecer a otros. Nos ha sorprendido que el gobierno socialista no nos haya escuchado”, decían ayer los representantes de las productoras.

La Asociación de Mujeres Cineastas, CIMA, también ha sido muy dura con la nueva Ley Audiovisual, ya que después de meses trabajando junto al ministerio de Economía, que lidera Nadia Calviño, no han logrado que se incluyan cuotas a la producción con mujeres al frente. Iceta explica que su ministerio sí está a favor de las cuotas. La aprobación de la norma es una exigencia europea, la trasposición de una directiva comunitaria que se tenía que haber aprobado desde 2018 y por cuyo retraso Europa ha multado a España.

José M. Romero

José M. Romero

Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes...

 
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