No es terapia, es tortura

Madrid

Escribir una carta de despedida a tu yo gay, intervenciones quirúrgicas u hormonales, electroshock, sesiones de sexo con personas del sexo opuesto, terapias aversivas que consisten en infligir dolor a la víctima mientras se la somete a un estímulo visual relacionado con su orientación sexual... Estas son solo algunas de las prácticas incluidas en las llamadas terapias de conversión. Mal llamadas, ya que la expresión adopta el lenguaje de quienes las perpetran, partiendo de la convicción de que la homosexualidad o la transexualidad son elegibles y se pueden revertir. De que las personas sexualmente diversas son inferiores y pueden ser en cierto modo corregidas. Se practican desde la pseudociencia, la religión, el coaching o directamente la charlatanería en todos los rincones del mundo. Según el Consejo Internacional para la Rehabilitación de las Víctimas de tortura, se dan en al menos 68 países.

Ni enfermos, ni pecadores

Es el título del libro publicado por Saúl Castro (Ediciones B). Saúl es abogado especializado en derechos humanos y fundador de la Asociación “No es Terapia”.

Actualmente las terapias de conversión están mutando y por eso son más difíciles de detectar. En España los sectores ultraconservadores apelan a la libertad del individuo para recibir terapia. El líder de Vox en Cataluña, Ignacio Garriga, ha pedido que la sanidad pública en España cuente con "especialistas que puedan ayudar" a los homosexuales que "tengan dudas" sobre su orientación sexual apelando a la libertad.

Existe un gran número de asociaciones y gurús con mucho poder de presión, primero para seguir perpetrando estos tratamientos, y, segundo para ejercer presión y que no se legisle en su contra. Es el caso de la PATH (Positive Approaches to Healthy Sexuality) en Estados Unidos, que aglutina a una serie de asociaciones religiosas.

Investigación en España

Recientemente el gobierno de Madrid dio carpetazo a las investigaciones sobre un curso para curar la homosexualidad del Obispado de Alcalá. Este tipo de sesiones están prohibidas en la Comunidad de Madrid, según el artículo 70.4.c de la Ley de Protección Integral contra la LGTBfobia pero la Comunidad de Madrid argumentó que las pruebas aportadas podían vulnerar “el derecho a la intimidad” de la persona que impartía los tratamientos. Ángel Villaescusa, él fue el periodista infiltrado que desarrolló para eldiario.es la investigación sobre los cursos del Obispado de Alcalá de Henares.

La columna de... Eduardo Rubiño

Eduardo es diputado de Más Madrid en la Comunidad de Madrid y fue el responsable de redactar la denuncia contra las prácticas del Obispado de Alcalá de Henares denunciadas por Ángel Villascusa.