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Carlos III: el rey que ha pasado 73 años a la sombra

Aficionado a los coches antiguos y a pintar paisajes, su vida ha estado marcada por la relación con su madre, Isabel II, y con sus dos esposas: Diana de Gales y Camila Parker-Bowles

El rey Carlos III de Inglaterra, en junio de 2021, cuando aún era príncipe de Gales, en Ascot (Reino Unido). / NEIL HALL EFE

Londres

Isabel II no nació para ser reina porque el heredero de la corona británica era su tío, Eduardo VIII. Pero este abdicó meses después de llegar al trono, de manera que fue su hermano menor, Jorge VI, quien acabó reinando. Un giro inesperado que, 18 años después, convirtió a su hija Elizabeth en monarca. A diferencia de su madre, a cuya coronación asistió con solo 4 años, Charles Philip Arthur George (Londres, 1948), sí nació para ser rey. Pero en su caso ha tenido que esperar cuatro veces más: 73 años a la sombra.

Carlos III se convirtió en rey, de forma automática, tras el fallecimiento de Isabel II. Un cargo que también conlleva ser jefe de Estado en 15 países, incluidos Australia y Canadá. Pero el nuevo rey lleva toda su vida preparándose para ello.

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Nacido en el mismo Palacio de Buckingham, Carlos se convirtió en el primer príncipe heredero que iba al colegio porque, hasta entonces, todos habían sido educados por un tutor privado. A lo largo de su infancia y juventud pasó por la escuela Hill House, la Cheam Preparatory School y el internado escocés Gordonstoun, donde también se había formado su padre. También pasó un año como estudiante de intercambio en Timbertop (Australia) y se graduó en artes en el Trinity College de la Universidad de Cambridge.

Investido como príncipe de Gales en 1969, pasó un tiempo aprendiendo galés en el University College de Aberystwyth, se formó como piloto de la Fuerza Aérea y seirvió en la Marina Real británica entre 1971 y 1976.

En 1981 se casó con la aristócrata Diana Frances Spencer, Diana de Gales, que era 12 años menor que él y con quien tuvo dos hijos: Guillermo y Enrique. Pero pronto se fue viendo eclipsado por la enorme popularidad de Diana. Su adulterio con Camila Parker-Bowles —actualmente, Camila Shand— acabó convirtiéndose en el principal motivo del divorcio de la pareja en 1996, agravando una crisis institucional que empeoró aún más con el fallecimiento de Lady Di, un año después.

Lady Di y Carlos, el día que anunciaron su compromiso matrimonial el 24 de febrero de 1981.

De la boda real al 'Camillagate'

Uno de los momentos más complicados para Carlos y Camila fue la publicación en la revista People de la transcripción de una charla telefónica, entre ellos —registrada cuatro años antes, en 1989— en la que el entonces príncipe heredero expresaba su voluntad de convertirse en su tampón para estar dentro de ella. El escándalo, conocido en Reino Unido como el Camillagate, supuso un gran deterioro para la imagen de Carlos, generando muchas dudas sobre la idoneidad de que fuese el futuro rey. Pero, años después, la decisión de Isabel II de que Camila se convirtiera en reina consorte supuso una suerte de absolución y también una reconciliación de la pareja con la institución y la sociedad británica.

En 2017, sin embargo, el entonces príncipe Carlos se enfrentó a un nuevo escándalo que, en este caso, obedecía a cuestiones económicas. Según reveló la BBC, Carlos invirtió a través del Ducado de Cornualles 3,9 millones de dólares en cuatro fondos registrados en las Islas Caimán en 2007. Movimientos "legales" que, sin embargo, coincidieron con otras operaciones: el heredero al trono británico también promovió cambios en la legislación medioambiental internacional tras comprar acciones de una compañía de las Islas Bermudas que podía beneficiarse de esas propuestas.

La reina Letizia y el rey Carlos III de Inglaterra, el pasado 5 de abril. / Max Mumby/Indigo

Uno de los protagonistas de 'The Crown'

Además de fundar la organización The Prince's Trust en 1976, el nuevo rey es un gran aficionado a la jardinería, a la música clásica, a los coches antiguos de alta gama y a la pintura (además de coleccionar, sus propios cuadros le han reportado unos ingresos de 7 millones de euros), también lleva años colaborando con causas como la arquitectura social, la agricultura ecológica y la lucha contra el cambio climático (intervino en la COP26 de Glasgow). Pero su apoyo a la medicina alternativa y, en particular, a la homeopatía, le ha granjeado muchas críticas de parte de la comunidad médica.

Como el resto de la familia real británica, Carlos III es uno de los protagonistas de la serie de Netflix The Crown. Una producción que recrea algunos de los episodios más destacados de su vida y que, al parecer, no es en absoluto de su agrado. Según publicó el diario Daily Mail, al actual monarca le parece un "drama y entretenimiento con fines comerciales, que muchas veces no se ajusta a la realidad, y que se hace sin tener en cuenta a las personas involucradas a quienes se les secuestran y explotan sus vidas".

 
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