La banca estudia aplazar un año el cobro de las hipotecas a quienes no puedan pagar

Madrid

La guerra de Ucrania ha traído consecuencias económicas muy notables, como por ejemplo los altos niveles de inflación o los precios disparados de la energía. Todo ello está repercutiendo notablemente en los bolsillos de los ciudadanos y, poco a poco, podría verse reflejado también en el impago de las hipotecas.

Por ello, desde el sector bancario están estudiando aplazar durante un año el cobro de las hipotecas a todos aquellos que no puedan pagarlas. Es una fórmula voluntaria que las entidades quieren plantear al Ministerio de Economía y que simplemente suspendería un año el cobro de las letras. Una vez vencido el crédito, se pagaría el dinero pendiente de ese año.

Este plan evita pasar por notaría, firmar una novación de contrato, evita renegociar y, sobre todo, evita gastar en trámites. Lo defienden en privado CaixaBank ––con un 16% de accionariado público–– y en público entidades como Unicaja o Sabadell.

Por su parte, las patronales bancarias (AEB y CECA) están a favor, aunque reconocen que todavía no hay detalles sobre qué umbrales de renta o a quién afectarían. Sin embargo, confían en un perímetro limitado, según señala José María Méndez, presidente de CECA: "Se trata de un contexto distinto, por lo que quizás el perímetro de los vulnerables hay que definirlo de forma distinta. Es en lo que estamos trabajando ahora".

En España hay más de 4 millones de personas con hipotecas a tipos variables a los que la subida del Euríbor les encarece la hipoteca unos 180 euros al mes de media, que se traduce en cerca de 2.200 euros al año.

Sin embargo, las entidades todavía no han notado impagos. La dudosidad del crédito ––la tasa de créditos en riesgo de impago–– ha caído por debajo del 4% por primera vez desde 2008, y queda en el 3,9%.