Gastro

"Ole tus huevos": por qué un bar de Cantabria ha decidido cobrarle un euro y medio a los clientes que no piden nada

"Alguno se ha enfadado, pero el porcentaje es muy pequeño", asegura Óscar Solana

Un cartel que advierte a los clientes de La Solía que la "no consumición" tiene un coste de 1,50 euros.

Madrid

Ya es habitual que, a la hora de reservar, muchos restaurantes exijan una tarjeta de crédito, para asegurarse el cobro en caso de que el cliente no acuda, o que adviertan de que la mesa solo se va a poder ocupar por un tiempo limitado, para así garantizar que pueda entrar un segundo turno. También hay quien cobra por el hielo por el servicio en la terraza. Pero la Taberna La Solía de Liaño (Cantabria) ha decidido ir un paso más allá y cobrar 1,50 euros a todo aquel que decida permanecer en el local sin tomar nada.

"Creo que he abierto un melón", explica Óscar Solana. "La hostelería ha cambiado después del COVID. ¡Necesitamos que la gente consuma! A los hosteleros nos está afectando mucho la inflación. No somos el centro social del pueblo. Solo pedimos un poco de educación y de respeto".

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¿Quién no ha quedado alguna vez con sus amigos en un bar en el que, al final, no ha pedido nada? Los hosteleros, normalmente, lo toleran porque, gracias a las consumiciones del resto del grupo, lo acaban amortizando. Pero Solana detectó que cada era más frecuente que, de una mesa de seis, por ejemplo, solamente cuatro acabaran pidiendo algo, así que decidió tomar cartas en el asunto.

"Somos una coctelería y todo lo que hacemos es servicio en mesa", detalla. "Normalmente tenemos cola para entrar y, si el grupo es grande, nos toca juntar mesas. A continuación llevamos agua, ponemos una tapa... y entonces es cuando va el camarero para preguntar qué quieren tomar. Claro, si de seis solo consumen cuatro, les hubiéramos puesto en una mesa de cuatro. La gente tiene que entender que se trata de un negocio y que necesitamos que sea rentable. Si no, sería imposible".

El cartel que advierte a los clientes de La Solía de que la "no consumición" tiene un coste de 1,50 euros está situado en la entrada del local y también en la carta a la que se accede a través de un código QR.

El hostelero cántabro pone otro ejemplo: "Aunque cerramos a la 1:30, una vez se presentó un grupo de seis personas a la 1:25... y al final pidieron solo dos copas. Claro, eso implica que el camarero se tenga que quedar una hora más, como hora extra. Creo que es un abuso".

Solana lamenta que, desde que puso en marcha la medida, hace algo más de un mes, hay quien la ha malinterpretado o ha querido polemizar. Pero él apoya su decisión en el sentido común —no lo aplica con niños, por ejemplo— y la defiende sin fisuras: "Lo hemos mirado con la Asociación de Hostelería de Cantabria y es perfectamente legal porque, además de que figura en los carteles o en los QR, y de que los camareros lo dicen, no deja de ser una consumición más del bar. Está escrito, lo reflejamos en el ticket como 'no consumición' y cotizamos por ello a Hacienda".

"Alguno se ha enfadado"

La Solía es una de las coctelerías más premiadas de España.

Entre los clientes de La Solía, de hecho, apenas ha habido quejas. "Lo habremos cobrado unas 5 veces y mayoritariamente entienden que, al final, sirve para sufragar gastos como la luz, la limpieza de los baños, el mobiliario o los impuestos. Alguno se ha enfadado, pero el porcentaje es muy pequeño. En muchos casos, de hecho, se acaban pidiendo un café".

Solana, cuatro veces campeón de España de coctelería, asegura que los hosteleros quieren que la gente siga yendo a los bares, "pero con unos mínimos". Los nuevos estándares de la hostelería, según dice, contemplan que los trabajadores cumplan con su jornada por un sueldo digno, pero para que eso sea posible "hay que dignificar la profesión y conseguir que la gente entienda que hay profesionales trabajando".

Apoyo y admiración

Óscar Solana.

Para obtener "más profesionalidad y mejor servicio", según dice, es imprescindible que el cliente consuma. "Todo abuso genera una reacción. Es como si cuatro amigos van al cine y solo pagan dos porque los otros dicen que solo van como acompañantes. O como si vas a un bar a ver el fútbol, por el que el hostelero paga 400 euros, y no consumes nada".

La medida, a botepronto, puede parecer impopular. Pero Solana señala que en otros países ya se aplica y que, además, ha generado comentarios de apoyo y admiración por parte de sus colegas profesión. Lo que más le dicen, de hecho, no deja lugar a dudas: "Ole tus huevos".

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Carlos G. Cano

Carlos G. Cano

Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...

 
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