El emotivo mensaje de un padre a los médicos que salvaron a su hijo: "Me han dado la vida"

Madrid

El pasado 25 de octubre La Ventana se hizo eco de una de esas noticias que, a veces, se tiene el gusto de contar. Un grupo de sanitarios de Burgos, Madrid y Málaga se movilizaron por WhatsApp para salvar la vida de un niño de dos años que necesitaba un ECMO porque sufrìa un problema respiratorio grave. Una vez hospitalizado en Burgos y tras probar distintos remedios creyeron que "ya no había nada más que hacer" y llegaron a "pensar en lo peor".

El problema era que solo existen 15 hospitales con este equipo y el de Burgos, donde estaba ingresado Pablo, no lo tenía. A esto se le unía que él no podía desplazarse por su grave situación. Sylvia Belda, la pediatra de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del 12 de Octubre de Madrid, orquestó todo para que la historia de Pablo tuviera un final feliz.

Un total de cinco sanitarios se desplazaron desde el centro hasta Burgos, donde Sylvia Belda ya esperaba con el ECMO. No solo salvaron la vida de Pablo, también la de Cristina y Rubén García, sus padres.

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Días después, el programa de Carles Francino pudo hablar con su padre, Rubén García, para saber cómo estaba Pablo. Rubén contó que estaba mejorando y que iba poco a poco. Este miércoles Rubén ha vuelto a pasarse por La Ventana para compartir una excelente noticia: a Pablo ya le han dado el alta.

Pablo está perfecto

El alta médica de Pablo no estaba prevista para esta semana. Sin embargo, su recuperación ha sido tan rápida que los sanitarios han decidido que ya puede abandonar el hospital. "No nos creíamos cómo estaba avanzando", asegura su padre

"Ya estamos en casa, ya lo tenemos. Está encantado de estar en casa", cuenta. Pablo se encuentra en perfecto estado, prácticamente igual que antes de enfermar. Ahora iniciará un proceso de recuperación muy breve en el que tendrá que fortalecer un poco los músculos que se han debilitado después de varias semanas en el hospital.

"Me han dado la vida"

Rubén confiesa que se han ido "con mucha pena por dejar atrás un equipo impresionante y por la amistad que habíamos forjado con ellos". Agradece lo bien que les han tratado en el hospital y lo bien que les han hecho sentir allí. "Los considero como si fuesen de mi propia familia porque me han dado todo", ese es el mensaje que deja el padre de pablo para los médicos del Hospital Universitario de Burgos.

"Me han dado la vida, es algo tan grande que no lo puedo explicar", concluye. Da las gracias a los sanitarios que ayudaron a Pablo y que se movilizaron desde Madrid y Málaga porque "ellos ya habían acabado su jornada laboral y no tenían por qué ayudarnos, no se les podía pedir nada más".

Al volver a casa Pablo y sus padres han recibido el apoyo de todos los vecinos de Briviesca, "hemos tardado 2 horas y media en pasar del coche a casa", cuenta.