Marlaska insiste en que no hubo "ninguna pérdida de vida humana en territorio nacional" en la tragedia de Melilla y la oposición pide su dimisión

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha insistido en su comparecencia de este miércoles en el Congreso que no hubo «ninguna pérdida de vida humana en territorio nacional» por el asalto a la valla de Melilla del pasado 24 de junio después de que este martes una investigación periodística de la Cadena SER ponga en cuestión su versión de los hechos. La oposición le ha pedido reiteradamente que dimita. Por su parte, la Unión Progresista de Fiscales ha solicitado que sea cesado. Frente a la versión del Ministerio del Interior, que sigue negando que los hechos sucedieron en suelo español, la SER informa desde esta mañana que la parcela en la que ocurrió la tragedia está domiciliada en el Paseo de la Castellana, 67, sede del Ministerio de Transportes. El ministro del Interior ha incidido en la violencia del ataque de los migrantes que intentaron cruzar a España y en que no hubo desatención a los heridos por parte de la Guardia Civil. En su comparecencia el hemiciclo ha permanecido medio vacío sin el respaldo de los principales ministros. «Son unos sucesos que tienen su origen en un intento violento de realizar una entrada irregular en nuestro país forzando el perímetro fronterizo. Lo reitero porque se ha llegado a afirmar que este grupo de 1.700 personas que portaban objetos ofensivos, que llevaban palos, piedras, radiales, mazas o hachas, actuaban de forma pacífica», ha explicado. Marlaska ha insistido en que «se respetó la normativa internacional de derechos humanos». El ministro ha confirmado que no había «personas especialmente vulnerables en el grupo». Además, ha reiterado que él dio la orden de intervención y que la respuesta de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado fue «proporcionada». «Esto es lo que sucedió, una agresión a nuestro perímetro fronterizo desde territorio marroquí, es decir algo que dije y reitero: unos hechos que se produjeron fundamentalmente en territorio marroquí. Sucesos en los que hemos tenido que lamentar la pérdida de vidas humanas, así como sentir que 55 agentes de la Guardia Civil se viesen heridos como consecuencia de lo que aconteció el 24 de junio», ha dicho. En su intervención ha justificado que la actuación «fue proporcional porque no hubo que lamentar ningún hecho trágico en nuestro país». En la comparecencia de este miércoles, el ministro ha insistido en que los hechos son los que ya ha contado y ha defendido la «transparencia en las investigaciones abiertas» . El ministro del Interior ha cargado contra el PP les ha pedido que cambien su actitud: «Espero de ustedes una rectificación sobre las insidias que han lanzado sobre nuestros agentes y su actuación». No solo ha defendido la actuación de la Guardia Civil sino que ha asumido toda la responsabilidad de su actuación: «Yo doy la orden de defender nuestra frontera de todo ataque violento». Ha acusado a la oposición de haber generado dudas en la actuación de la Guardia Civil. «Ayer asistimos con el señor [Esteban] González Pons haciéndose eco de conjeturas y especulaciones elevándolas», ha dicho sobre el vicesecretario institucional del PP. La diputada del PP, Anabel Vázquez, ha calificado al ministro de «mentiroso» en el relato de los hechos y de «cobarde». «No ampara a la Guardia Civil, si no que se ampara en la Guardia Civil», le ha acusado. «Hoy no debería venir aquí a defender su mentira, su presencia es inaceptable. Viene obligado, a rastras, por ser el más mentiroso. Usted es un cobarde. Usted es la mentira, es un miserable. Usted se esconde», ha dicho. «Están acortando el perímetro de la frontera», ha dicho la diputada en alusión directa a la información que publica la SER. La presidenta del Congreso ha llamado la atención a Anabel Vázquez y le ha pedido que no vuelva a utilizar insultos en la Cámara Baja. Desde Vox, Javier Ortega-Smith ha dicho que lo ocurrido en la valla es un asalto «masivo y organizado, muy violento». «Había superioridad numérica que ellos conocen perfectamente, que le da ventaja ante las fuerzas de seguridad. Es un ataque desproporcionado en el número», afirma. Y añade: «Fue un asalto a nuestra soberanía nacional, como lo fue ocurrido en Cataluña en 2017, donde nuestros agentes se vieron sobrepasados en número». El diputado de ultraderecha ha vuelto a pedir la dimisión del ministro. De nuevo, la presidenta del Congreso ha tenido que enmendar la plana tras una intervención parlamentaria. Batet ha recordado a Ortega-Smith que en la Cámara «no hay ni golpistas ni terroristas y les ruego que no utilicen esa terminología». Enrique Santiago (Unidas Podemos) ha pedido cambiar la ley para evitar este tipo de hechos, «a fin de que se puedan tramitar antes de entrar en España solicitudes de refugio y asilo en Ceuta y Melilla. »Hagamos las reformas legales para que nadie tenga que saltar una valla. «No comprendemos por qué dicen de los portavoces de la comisión de que no han visto las imágenes... por cierto: las imágenes tienen interrupciones en momentos clave. Se nos dice que esos cortes son por causas operativas del helicóptero y el dron. No tenemos por qué dudar, pero nos gustaría conocer los audios de las comunicaciones del helicóptero y control y con el dron», ha dicho el diputado del PNV, Mikel Legarda. Además, se ha mostrado convencido de que las puertas de la avalancha eran puertas españolas y las personas se encontraban a ambos lados: «En cuanto hasta dónde llega la frontera española, debería dejar de hacer befa de algún diputado: no hay dudas donde está la frontera política, y el catastro, tampoco. Usted conoce que la actual valla por motivos orográficos y técnicos está retranqueada en tramos, como el puesto fronterizo que se encuentra en su totalidad en territorio español, al margen de donde actúen las fuerzas de uno y otro país». Marlaska ha dado explicaciones en el Pleno de la Cámara Baja, donde ya habló de este mismo asunto el pasado 21 de septiembre, tres meses después de lo ocurrido en el paso fronterizo del Barrio Chino de la frontera melillense. Su defensa de los hechos parece solitaria, porque a nivel parlamentario, el ministro del Interior está prácticamente solo; nadie, salvo el PSOE, avala o defiende su relato, ni siquiera su socio de gobierno. Podemos, en contra de la versión del ministro, sí da por hecho que hubo muertos en suelo español. Podemos mantiene que la Guardia Civil dio un trato inhumano a las personas que estuvieron atrapadas en ese patio en suelo español, reclaman que se indague más y siguen apoyando la necesidad de activar una comisión de investigación. Esa comisión depende del PP, que sigue jugando a la ambigüedad. Los populares tienen que hacer malabarismos para no aliarse con Bildu y Esquerra en una comisión de investigación que temen que pueda convertirse en un aquelarre contra la Guardia Civil. El objetivo del PP no son las fuerzas de seguridad: piden la dimisión inmediata del ministro Grande-Marlaska por su «flagrante mentira» sobre la tragedia alegando que «es muy grave que se oculten heridos y muertos en territorio nacional». La penúltima vez que Marlaska dio explicaciones en el Congreso por lo ocurrido en Melilla fue hace dos meses. Y desde entonces, el ministro ha ido modulando su discurso, cayendo en contradicciones. La más evidente de todas es que el ministro del Interior dijo de forma taxativa que era falso que gendarmes marroquíes hubiesen entrado en suelo español; lo dijo en junio, y en septiembre rectificó y deslizó que sí habían accedido a territorio nacional. Fernando Grande-Marlaska siempre negó muertes en suelo español, pero meses después utilizaba otra expresión: «Ningún hecho trágico aconteció el 24 de junio en territorio español». El ministro no siempre lo ha llamado así; primero etiquetó la zona de la avalancha como «tierra de nadie», esa tierra de nadie pasó a llamarse «zona operacional conjunta». Anoche, en Hora 25, al ministerio Félix Bolaños se le preguntó si seguía defendiendo que nadie murió en suelo español pese a la multitud de informaciones, documentos, testigos, y su respuesta fue mantener que «no hubo muertos en suelo español» y que están «en manos de las investigaciones oficiales que están llevando a cabo la Fiscalía y el Defensor del Pueblo». La información que desvela la SER este miércoles señala que la parcela en la que ocurrió está domiciliada en el Paseo de la Castellana, 67 de Madrid. El Ministro de la Presidencia reconoció anoche que en un ejercicio de transparencia remitieron esos vídeos a los medios de comunicación, algo que técnicamente no tenían permitido, porque según ha defendido siempre el Ministerio del Interior, esas grabaciones están custodiadas por la Fiscalía. Más allá de las críticas parlamentarias y de las de la comisaria de Derechos Humanos, del relator de la ONU o del Defensor del Pueblo, la Unión Progresista de Fiscales ha pedido también, según informa Javier Bañuelos, la dimisión de Grande-Marlaska. «Una vez más constatamos que, ante las acciones de violación de los derechos humanos de la población migrante en frontera, desde el Ministerio del Interior de España se repiten las mismas formas de respuesta que se dieron en la tragedia de la playa del Tarajal en Ceuta. El Ministro del Interior Fernando Grande Marlaska emulando a su antecesor, Jorge Fernández Díaz, se ha replegado en la negación de la evidencia, en discusiones imposibles acerca de la extensión del territorio español y su frontera o sobre el alcance del desempeño de la soberanía española sobre las mismas, hasta el punto de desplazar toda la responsabilidad del estado Español en las autoridades marroquíes», dice un comunicado. «Ante la evidencia de las devoluciones en caliente La Unión Progresista de Fiscales considera que los hechos producidos en la frontera sur de España en Melilla no son compatibles con los estándares de respeto a los derechos fundamentales que obligan a nuestro país [...]. Ante esta acción denunciada, que ha provocado una cifra de al menos 24 personas fallecidas y más de 60 desaparecidas, la Unión Progresista de Fiscales pide que el Ministro del Interior Fernando Grande Marlaska sea cesado en el ejercicio de sus funciones».