"Estaba en la gloria y no sentía nada": Jesulín recuerda lo que vivió tras el accidente de tráfico que casi acaba con su vida

Madrid

La Sexta ha estrenado este jueves El camino a casa. Un programa, presentado por Albert Espinosa, en el que el escritor recorre junto a sus invitados e invitadas el camino que hacían cuando eran pequeños cada vez que volvían de clase. Un programa de lo más emotivo que lleva a personalidades de todo tipo a recordar algunos de los momentos clave tanto de su infancia como del resto de su vida. El primero de ellos ha sido el torero Jesulín de Ubrique, quien ha visitado casi cuatro décadas más tarde la que fuera la casa de su infancia para rememorar algunos de los momentos clave de su vida.

Una vida marcada, entre otras cosas, por un accidente de tráfico que pudo haberle matado en septiembre de 2001. Después de mostrarle la plaza de toros en la que se desarrolló como torero, Jesulín de Ubrique llevaba Albert Espinosa a uno de los rincones más exclusivos de la misma: la capilla. Una vez allí, el torero le explicaba al presentador que era creyente y que pasarse por la capilla antes de afrontar una corrida de toros se convirtió en una tradición durante su época como torero: "Es donde dejas el miedo y la inseguridad".

"Dejé de respirar y se me quitó todo"

Después de recordar que el toreo es una profesión en la que te juegas la vida desde que sales del hotel hasta que vuelves a la habitación, Jesulín de Ubrique ha reconocido que tiene su propia capilla y que la monta cada vez que va a torear a una plaza de toros. Una anécdota que ha llevado a ambos a charlar acerca de la religión y el accidente que estuvo a punto de costarle la vida. Después de reconocer que se ha visto en situaciones muy duras, el torero asegura saber que "hay algo" más allá de la vida.

Todo ello, principalmente, por su experiencia cercana a la muerte: "Cuando tuve el accidente de tráfico dejé de respirar y se me quitó todo. Lo vi todo blanco, estaba en la gloria y no sentía nada". A pesar de que salió despedido del vehículo, Jesulín de Ubrique reconoce que no llegó a sentir dolor. Lo que sí que recuerda es que se quedó sin respiración como consecuencia de la presión que ejercía el vehículo contra su pecho: "Cuando levantaron el coche fue como si mi cuerpo volviera otra vez a la guerra de la vida".

"Me cambió la vida por completo"

Aunque no recuerda ningún tipo de dolor asociado al accidente de tráfico, el torero sufrió unas heridas lo suficientemente graves como para tener que ser trasladado hasta el hospital José Manuel Pascual Pascual en helicóptero con varias fracturas. Tras un mes ingresado, Jesulín de Ubrique abandonaba el hospital visiblemente emocionado: "Me cambió la vida por completo".

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De esta manera, Jesulín de Ubrique le ha mostrado a Albert Espinosa uno de los rincones más sagrados para los toreros: "Creo que este lugar que me has abierto tanto en corazón es super importante para ti". Y es que, como cuenta Jesulín, es un sitio reservado únicamente a los toreros.