Joan Collins, la mala de Dinastía, cumple 90 años

Nació en Londres, hija de una profesora de baile y un representante de artistas. Desde muy joven empezó a estudiar arte dramático, aunque, por entonces no soñaba, ni por lo más remoto, convertirse en estrella de cine. “No quería ser una estrella. Quería ser actriz sobre un escenario. Mi plan era estudiar arte dramático; graduarme actuando en el West End y, al final, convertirme en una actriz seria del teatro británico”, cuenta ella misma en el documental La leyenda de Joan Collins que estrenó en España Movistar Plus. “Mientras estaba en la Academia trabajaba como modelo de fotografía. De repente un representante vio mis fotos y me persuadió para que hiciera una película”, cuenta la actriz.

Joan Collins debutó en la pantalla en 1951, en la película Lady Godiva cabalga de nuevo. Después vendrían media docena más de películas dentro del cine británico. Pero su gran oportunidad llegaría en 1955 cuando Howard Hawks la eligió para uno de los papeles de la superproducción Tierra de faraones que se rodaba en Roma. “Fue mi momento de suerte y yo lo sabía porque era una película épica”, recuerda la estrella en el citado documental. El éxito de la película hizo que Hollywood la reclamara y Joan Collins firmó un contrato con la Fox. Enseguida empezó a destacar en películas como La muchacha del trapecio rojo de Richard Fleischer o El favorito de la reina, donde interpretaba a una de las cortesanas de la reina Isabel I, a la que daba vida Bette Davis. También la vimos en el western El vengador sin piedad junto a Gregory Peck o en la comedia Un marido en apuros, seduciendo a Paul Newman.

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La etapa de apogeo de Joan Collins en el cine americano duró diez años. Entre mediados de los cincuenta y mediados de los sesenta. Hizo de bailarina de estriptis en Siete ladrones, junto a Edward G. Robinson; cine bíblico en Esther y el rey o comedias disparatadas como Dos frescos en órbita junto a la pareja Bing Crosby y Bob Hope. Sin embargo, a mediados de los años 60, su carrera entró en un rápido declive. La actriz aprovechó para tomarse un descanso y dedicarse a cuidar de sus hijos, pero no pudo aguantar mucho tiempo sin ponerse otra vez delante de las cámaras.

Trabajó en series de televisión como La mujer policía, Starsky y Hutch o Vacaciones en el mar. En el cine en cambio las ofertas no llegaban y Joan Collins dio un giro a su carrera. Protagonizó varias cintas de terror de serie B como La escalera de la locura o El imperio de las hormigas, pero ella sabía que la única manera de salir del bache era conseguir un gran éxito cinematográfico y éste lo encontró en una novela erótica que había escrito su hermana, la escritora Jackie Collins. “Yo había escrito un libro titulado El semental. Ella me llamó y me dijo que le había gustado mucho y que la protagonista era fantástica”, explica la escritora.

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La actriz no tuvo ningún problema en aparecer desnuda y rodar numerosas escenas de sexo. Y la jugada le salió bien. Un éxito que significaba que su suerte había cambiado y que volvían los buenos tiempos. “Un día sonó el teléfono. Era mi representante. ¿Has oído hablar de Dinastía?, me preguntó. No, nunca. ¿Qué es dinastía?, respondí. Es una serie de televisión como Dallas. Te quieren a ti. Tu personaje se llama Alexis. Es una zorra, pero es increíblemente inteligente. Vale, conteste. Y lo hice”, explica en el documental La leyenda de Joan Collins.

La aparición del personaje de Alexis reflotó la audiencia la serie. En poco tiempo Joan Collins se convirtió en la mujer más odiada de la pequeña pantalla. La popularidad de Joan se disparó a unos niveles muy superiores a los que había conseguido como actriz de cine. Cuenta Joan Collins que un día la cadena recibió una llamada de Donald Trump. “Me encantaría tener un papel en Dinastía”, dijo. “Lo lamento, pero todos los papeles están repartidos”, le contestaron. “No lo entienden, sería genial como uno de los amantes de Alexis”, respondió Trump”. Joan Collins fue nominada seis veces consecutivas al Globo de Oro por Dinastía, premio que ganó en 1983.

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La actriz pasó toda la década de los 80 explotando su nueva fama. Creó su propia marca de perfumes; su línea de ropa y un día sí y otro también se publicaban noticias sobre ella. También en esa década inició su labor como escritora. Joan Collins ha escrito una treintena de libros entre novelas y volúmenes de memorias vendiendo entre todos unos 50 millones de unidades. Pero tanto o más que por sus libros, películas o series televisivas Joan Collins daba que hablar por su agitada vida sentimental. Tuvo una larga colección de amantes: actores como Warren Beatty, Ryan O’Neal o Robert Wagner; cantantes como Harry Belafonte, millonarios, productores… Joan Collins se ha casado cinco veces. Su primer matrimonio fue a los 19 años con el actor inglés Maxwell Reed, que la maltrataba y la hizo muy infeliz. Rompió con él el día en que intentó prostituirla. Después vendrían el también actor y cantante Anthony Newley con el que tuvo dos hijos, el productor Ron Kass, el cantante Peter Holm… Con el empresario Percy Gibson lleva casada desde el año 2002.

En cuanto al cine, en las últimas décadas la hemos visto en papeles casi siempre secundarios. Hizo de representante de artistas en la película En lo más crudo del crudo invierno de Kenneth Branagh. También la hemos visto en series de televisión como The Royals, American Horror Story o Hawaii 5-0 y ha participado en diferentes obras de teatro. Su espectáculo autobiográfico Una velada con Joan Collins, por ejemplo, tuvo un gran éxito en Estados Unidos y ha sido repuesto varias veces. Ha hecho publicidad, es una invitada habitual de los programas televisivos y presencia inexcusable en las galas de los Oscar o los Globos de oro. Y es que si en algo es experta Joan Collins es en saber mantenerse activa en la industria del espectáculo. Y siempre transmitiendo elegancia y simpatía. Ya lo decía su amigo Robert Wagner: “Ella ha tenido malos y buenos momentos en esta industria; su carrera ha fluctuado mucho, pero no ha dejado que las cosas negativas entren en su vida”.