Los héroes de la DANA siguen trabajando a destajo: "Hay gente que lo ha perdido absolutamente todo"

Casas completamente destrozadas, agua cayendo entre los vagones del metro, hospitales encharcados, trenes parados durante horas... Pese a las advertencias, hace una semana mucha gente no podía imaginar lo que iba a suponer el paso de la DANA por España. A Virginia le pilló el momento de la inundación fuera de El Álamo, donde vive, y cuando regresó el lunes por la mañana, se encontró la parte baja del pueblo «totalmente devastada»: «Hay gente que lo ha perdido absolutamente todo: coches apilados en esquinas de las calles, dentro de las casas, de las piscinas... todo está lleno de fango, es impresionante. No puedes andar por esa zona si no es con botas de agua, es que es imposible», contaba mientras ayudada a los vecinos más afectados. El protocolo establece tres niveles. El temporal de Filomena o la erupción del volcán de La Palma, por ejemplo, eran emergencias de nivel 2. El pasado domingo, la famosa alerta al móvil que se recibió en la Comunidad de Madrid alertaba de que se acababa de activar la fase 1 del Plan Especial de Protección Civil: «Desde ese momento, todos los servicios de emergencias estaban en alerta ante lo que pudiera llegar. Las tormentas se concentraron el domingo por la noche en la zona suroeste y numerosos parques de bomberos de la Comunidad de Madrid estuvieron apoyando a los parques de esa zona y también brigadas forestares y el Equipo de Respuesta logística Inmediata de Voluntarios de Protección Civil ante Emergencias (ERIVE)», detalla David García, portavoz del 112. El domingo por la noche comenzaron las incidencias. Silvia llamó varias veces a la Policía porque su casa en El Álamo se estaba inundando. Acabó subida a la parte más alta de la vivienda junto a su madre de 78 años: «Los nervios se apoderaron de nosotras, solo podíamos gritar socorro. Al final la policía pudo llegar a mi valla, que fue la única que quedó de pie de mi calle, y pudimos saltar, o más bien, nadar entre lodo, y salir. Me decían que dejase el perro pero evidentemente no lo iba a dejar». A su madre la sacaron tres policías en volandas. Se han quedado sin coche y la parte de abajo de la casa, donde hacían la vida, está completamente destrozada. Aún así, creen que no se pueden quejar: «Hay gente que lo ha perdido todo». La peor parte del temporal se la han llevado pueblos como Villamanta o Aldea del Fresno, en Madrid. En esa zona estaba de guardia esa noche el agente de la Guardia Civil Juanma Arias y recibieron un aviso: había una mujer pidiendo ayuda en el río Alberche, totalmente desbordado y con una corriente muy fuerte. No fue un rescate fácil y, cuando por fin pudieron alcanzarla, estaba «a punto de entrar en hipotermia». Más tarde sabrían que había tenido un accidente con el resto de su familia cuando pasaron por un puente que se derrumbó: «Ella deseaba haberse ahogado pensando claramente que la familia había fallecido. Le prometimos que íbamos a buscar a la familia», cuenta Arias a la Cadena SER. Los agentes cumplieron su palabra y poco después encontraron con vida a su hija de 14 años, que se presentó en el puesto de bomberos. Ocho horas más tarde rescataron al niño de 10, que permanecía agarrado a la rama de un árbol. Y de forma incansable han estado buscando a su marido hasta que este viernes la Guardia Civil encontró el cuerpo sin vida de dos hombres en los alrededores de Aldea del Fresno. Uno de ellos correspondía al hombre de 83 años que fue arrastrado por el agua en Villamanta y, a falta de confirmación científica, todo parece indicar que el otro es el del padre de esta familia. Para buscar a los desaparecidos de esta tragedia, el operativo ha ido cambiando a lo largo de la semana: «Nos estamos encontrando una orografía muy compleja desde el minuto cero pero también muy cambiante. A partir del lunes ya empezó a hacer muchísimo calor y donde empezamos a trabajar en un medio acuático ahora es todo unidades a pie y por tierra porque ya el caudal de río ha disminuido mucho. Participan los compañeros de montaña, tenemos también agentes del SEPRONA, tenemos guías especializados con perros de búsqueda y con un perro que detecta restos cadavéricos... y tenemos la unidad de seguridad ciudadana. Además, tenemos a los compañeros de tráfico dando protección a las numerosas carreteras que rodean el municipio porque con la caída de los puentes ha habido que cortar muchas carreteras», detalla Ana Martín, portavoz de la Guardia Civil. A todas esas labores por tierra hay que sumar la búsqueda aérea y la acuática: «Los buceadores van rastreando un poco más en profundidad y se están encontrando con un río muy sucio, con muchísima corriente en algunas zonas y con una cantidad tremenda de escombros, de ramajes, de árboles... incluso en el agua». Hay además otros muchos héroes de esta DANA. En Escalona (Toledo), Roberto estuvo ayudando en labores de rescate de los vecinos que no podían salir de sus casas y habilitó el pabellón municipal en el que trabaja para atenderles con la ayuda de Cruz Roja. Allí pasaron la noche algunas familias del pueblo. Y es que la solidaridad siempre sale a flote, por mucho que llueva: «Ayer en casa de mi amiga Silvia aparecieron unos 25-30 chavales del pueblo. Yo ayer lloraba de la alegría. Vivir esto es bonito. A pesar del fango que nos está comiendo, el que nos podamos retroalimentar con esto es precioso», se consuela Virginia. En cualquier caso, nunca olvidará lo que está viviendo estos días: «Siempre piensas que no te va a pasar algo así. Siempre lo ves en la tele, en Florida... no crees que vaya a pasar y nos ha pasado. El pueblo está desolado. Es horrible. Es una pesadilla».

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Casi una semana después, los equipos de emergencias y los vecinos se afanan por recuperar la normalidad lo antes posible en las zonas afectadas

Elisa Muñoz

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