La última víctima del 'gastrojeta' cuenta cómo fue todo: "Se tiró al suelo, pero se apoyó para no hacerse daño"
Moisés Doménech, dueño del restaurante 'El buen comer' y última víctima del 'gastrojeta', ha visitado 'La Ventana' para explicar cómo vivió el incidente en su restaurante
La última víctima del 'gastrojeta' cuenta cómo fue todo: "Se tiró al suelo, pero se apoyó para no hacerse daño"
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Aunque el 'simpa' ha existido toda la vida, todavía hay niveles de virtuosismo y reincidencia que no dejan de sorprendernos. La policía de Alicante ya ha bautizado el incidente más reciente como 'el gastrojeta'. Se trata de un hombre de 50 años de ascendencia lituana que ya ha sido detenido 20 veces por atracones y simulaciones de infartos para evitar pagar la cuenta en los restaurantes de la ciudad.
La última comida se produjo el pasado martes en "El Buen Comer", un restaurante de arroz y paella de Alicante situado en la calle Mayor. El 'gastrojeta' fue arrestado por enésima vez por intentar seguir la misma estrategia de siempre, que esta vez no funcionó. Tras un breve juicio hoy, ha recibido de los juzgados de Alicante, una orden de ingreso en prisión por causas no resueltas que involucran a otros 'simpas'.
Moisés Doménech, dueño del restaurante 'El buen comer' y última víctima del 'gastrojeta', ha visitado 'La Ventana' para explicar cómo vivieron esos momentos.
Según Doménech, la esperanza de llegar a cobrar la cuenta, de aproximadamente 40 euros, es muy baja. "Supongo que el señor será insolvente. En el juicio se le ha solicitado una multa de 900 euros, que son 10 euros al día durante tres meses, que se nos pague la cuenta y una orden de alejamiento en la que no puede acercarse al restaurante durante seis meses".
"El segundo whisky lo pidió doble"
Sobre las cuatro de la tarde, el individuo llegó al restaurante y pidió una paella de marisco. Para amenizar la espera tomó dos whiskys con Coca Cola, el segundo lo pidió doble. "Cuando acabó de comer y beber, el señor se levantó de la mesa. Cuando se aproximó a la puerta, un compañero fue quien le llamo la atención y le pidió que pagase". Tras este incidente, el hombre alegó que había bebido mucho y que no disponía de dinero para pagar la cuenta. "Le dijimos que si no pagaba la cuenta no se iba y que íbamos a llamar a la policía. Fue entonces cuento comenzó a similar un desmayo. Se tiró al suelo, pero se apoyó para no hacerse daño", ha indicado el dueño del restaurante.
Después del incidente, la Policía Nacional llegó al restaurante e intentó reanimarlo. Al ver que no respondía llamaron a una ambulancia y a la Central. "En la Central les preguntaron si se trataba de un señor polaco o lituano que era calvo. Fue entonces cuando nos dijeron que se trataba del 'gastrojeta'", ha comentado.
Tras 20 años trabajando en la hostelería, Doménech se ha topado con varios casos de gente que quiere irse sin pagar la cuenta. "No es muy frecuente, pero sí ocurre alguna vez. El año pasado tuvimos otro señor que venía muy bien vestido y que tenía aparatos tecnológicos que no eran baratos y cuando llegó el momento de pagar alegó que era un deportista y que le mandásemos el número de cuenta para que nos hiciese un ingreso. Automáticamente, llamamos a la policía, siempre lo hacemos, y nos dijeron que parecía que era verdad, pero nunca supimos de él".