El fútbol después de la guerra: de los resultados de la antigua Yugoslavia al 'milagro' de la Croacia de Luka Modric

Madrid

El periodista Axel Torres, colaborador habitual de la Cadena SER, acaba de publicar 'Crónicas Balcánicas', un libro que comenzó en 2013 y que ha visto la luz en este 2024, 11 años después de su primer viaje a Albania y Kosovo. “Los Balcanes me atraen. Creo que tiene que ver con que, cuando era niño, Yugoslavia jugó el Mundial del 1990 y luego se convirtió en seis países distintos. Esa transformación la viví con curiosidad en un primer momento y después con un interés mayor por cómo había sido ese proceso. Me preguntaba por qué se dio, si era o no evitable, de quién era la responsabilidad… Es un lugar que me fascina. Tampoco llego en el libro a grandes conclusiones más allá de que las guerras que hubo fueron terribles y en la medida de lo posible debían haberse evitado", cuenta Axel Torres en 'Play Fútbol'.

"Me genera mucho interés y simpatía el país que fue, un país en el que conviven varias lenguas, varias religiones, varios alfabetos… Fue un país muy rico y manejó bien la diversidad. Al mismo tiempo, creo que los países nuevos que han nacido también me han despertado interés, la manera en la que han empezar a caminar solos, también en el fútbol. Hemos pasado de una selección de Yugoslavia muy potente a otras selecciones que tienen menos de dónde elegir y sin embargo Croacia ha elegido los mejores resultados de la historia siendo independientes. Yugoslavia no pasó de los cuartos de final nunca”, explica Axel, que recuerda que la mejor clasificación del combinado yugoslavo en un Mundial o una Eurocopa fueron los cuartos de final, una barrera que ha sobrepasado Croacia, que perdió la final de la última Eurocopa y fue tercera en el pasado mundial de Qatar. "Esto es extraño, pero creo que Luka Modric tiene algo que ver en esto", asegura.

¿Cómo afectó la guerra al fútbol balcánico?

Tras cinco viajes, la pregunta es obligada. ¿Cómo afectó la guerra al fútbol balcánico? “Tuvo mucho impacto en los cuatro gigantes de Yugoslavia: Estrella Roja, Partizan, Dinamo de Zagreb y Hadjuk Split. Sus ligas se hicieron mucho más débiles. Las ligas serbia y croata son más débiles de lo que era la liga de Yugoslavia. Pasan a tener una competición interna menos exigente, que interesa a menos gente y que, por lo tanto, a los propios seguidores de los equipos les estimula menos. Económicamente, el mercado también es menor. Es más difícil vender esas competiciones. Han pasado de ser equipos campeones de Europa como lo fue Estrella Roja en 1991, a no tener posibilidades (…) Creo que a nivel de infraestructuras, en estos países hubo otras prioridades tras las guerras. Algunos han evolucionado mejor que otros. Croacia es un país que ha crecido económicamente mucho más que Serbia o Macedonia”, apunta Axel Torres, que vuelve a poner el foco en el éxito del fútbol croata para mirar a Serbia, que ve cómo su generación campeona del mundo sub-20 no termina de cosechar los resultados esperados.

“Serbia tiene un equipo con Mitrovic, Vlahovic, Milinkovic-Savic, Kostic, Tadic… Son jugadores muy buenos. Es difícil saber por qué no están sacando rendimiento. También quiero decir que les ha tocado en dos mundiales consecutivos en el grupo con Suiza, que han sido partidos muy politizados, que incluso han sacado de sus casillas a algunos jugadores serbios. En Suiza, los jugadores de origen kosovar tampoco tuvieron la cabeza fría y jugaron mejor. Xhaka quizá hizo el mejor partido de su vida. Shaqiri igual, les ha marcado en los dos mundiales...", recuerda el periodista, que eso sí, apunta a la dirección como uno de los grandes aspecto en el debe del fútbol serbio. "Yo creo que a Serbia le ha costado encontrar un entrenador", apunta. Y pone un nombre sobre la mesa: Velko Paunovic.

El exjugador, entre otros, del Atlético de Madrid, fue campeón del mundo en 2015 con la sub-20 de Serbia. Después, se marchó a Estados Unidos y México. Ha entrenado en el Chicago Fire de la MLS, en el Reading en la Championship… y su último trabajo fue en el Chivas de Guadalajara. Para él, esa generación todavía puede repetir el éxito de hace casi 10 años. “Es una generación maravillosa. Todavía está a tiempo de darle a Serbia otro triunfo como el de 2015, cuando estuvimos en la terraza de los campeones. Ahí solo habían estado las selecciones de baloncesto, Novak Djokovic... Creo que esa generación está bien conservada, todos juegan en buenos equipos, a buen nivel. A mí, sinceramente, me parece que esta generación a tiempo en esta Eurocopa de hacer un buen papel. Ojalá este verano se llegue a la final y se gane. Cuando llegué yo a trabajar con esta generación, les dije que estaba ahí para ser campeón del mundo y lo fuimos. Creo que puede volver a repetirlo”, apunta Paunovic en 'Play Fútbol'.

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“El entrenador que más me ha marcado, mi padre futbolístico, ha sido Radomir Antic. De todos los entrenadores decimos que aprendemos. Cosas buenas, cosas que no hay que hacer… todos me han marcado. Schuster me ayudó a estar calmado, a ser organizado; Unai Emery a ser apasionado; la presencia y la determinación de Luis Aragonés, al que no tuve mucho…”

—  Veljko Paunovic, en 'Play Fútbol, sobre sus influencias como técnico

“A nosotros la guerra nos paró. Veíamos que estábamos encerrados, que la liga perdía clubes y que no podíamos jugar. La gente dejó a los campos. Todavía esto se ve en los estadios. Salvo los derbis entre Partizan y Estrella Roja… apenas se llenan los estadios en Serbia. Ese tiempo cortó una progresión natural del fútbol que ocurrió en el resto del mundo”, narra Paunovic cuando se le pregunta por la guerra. Según su punto de vista, el fútbol no llegó a tiempo. “La Copa de Europa de Estrella Roja supuso el fin de una época, de un país que jugaba muy bien al fútbol y en el que jugábamos todos juntos. Tras ese momento, empezó la desintegración. Fue el momento culmen para nuestro fútbol (…) Hubo varios intentos, pero Estrella Roja culminó todo en el 1991, pero fue demasiado tarde. El fútbol, a veces, une a la gente. Esto pudo ser un momento de unión, pero llegó muy tarde”, sentencia.