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Este fotógrafo cubrió miles de bodas y ahora su hija regala los negativos a las parejas que aparecen en ellos

La heredera del fotógrafo Daniel Carretero homenajea a su padre buscando a los cientos de novios que aparecen en su archivo. Hablamos con ella y con el fotoperiodista y ganador de dos Pulitzer, Emilio Morenatti, que comenzó a trabajar con él

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Madrid

Laura Carretero es una jerezana que hace unos días escribió el siguiente mensaje en sus redes sociales: "¿Fue mi padre tu fotógrafo de boda? Contacta conmigo: ¡Tengo algo para ti!". Esta tarde se ha asomado a La Ventana para contarnos lo que pasó tras publicar ese mensaje.

"Es díficil hacer llevar la cuenta pero fácilmente me han contactado más de 350 personas, la mayoría de Jerez y la provincia de Cádiz pero las hay de todas partes de España, estoy desbordada y muy emocionada. La clave de esa respuesta masiva es la huella que dejó su padre, el fotógrafo especializado en bodas Daniel Carretero y el inesperado regalo que Laura tiene para las cientos de parejas que se casaron entre los años setenta y principios del 2000 principalmente no sólo en Jerez, sino en toda Andalucía y muchas ciudades de España donde su padre se desplazaba para hacer reportajes.

"Si tu foto no estaba en el escaparate de Daniel Carretero es que no te habías casado"

"Para mi padre su cámara era la extensión de su brazo. Fue uno de los principales fotógrafos de Jerez durante décadas, hizo muchas cosas pero se especializó sobre todo en bodas, bautizos y comuniones", asegura Carretero, que cuenta que tras su muerte, tuvieronq ue vender la casa y su familia see preguntó qué hacer con las decenas de miles de engativos que tenía archivados,"porque no podíamos ni queríamos tirarlos, eran el legado de mi padre". Fue entonces cuando se le ocurrió intentar buscar a las parejas que salían en ellas y hacerles llegar los negativos de las fotografías descartadas y que nunca llegaron a tener.

Hasta el momento Laura ya ha entregado más de un centenar de esos negativos y sigue emparejando los rollos fotográficos con sus posibles destinatarios. Un trabajo arduo porque en muchos casos solo hay anotaciones manuscritas imprecisas tipo 'La boda de la hija del panadero' y en otras sólo cuenta con una fecha o el nombre de una iglesia. "Cuando la gente ve mi mensaje en redes, ata cabos y como recuerdan a mi padre me escriben y me dan todos los datos, a ver si así puedo localizar sus negativos. La respuesta está siendo muy emocionante, la gente recuerda con cariño a mi padre, hay quien se pone a llorar, quien insiste en pagarme cosa que no acepto, y quien se emociona porque había perdido las fotos de su boda, como una chica a la que se le había echado a perder el album en la inundación de su garaje".

"Acabo de celebrar mi 30 aniversario de boda y esos 200 negativos han sido el mejor regalo"

Nati Cruzado ha sido de las primeras afortunadas en recibir esa ampliación inesperada de su álbum de bodas. "Yo me casé el 18 de marzo de 1994 en la Iglesia de la Merced, de Jerez, así que puedo decir que estos negativos han sido el mejor regalo de mi treinta aniversario. Yo tenía un álbum con unas treinta o cuarenta fotos de mi boda y de golpe ahora me encuentro con 200 negativos más", nos ha contado en La Ventana.

"Ha sido un detallazo por parte de Laura y tengo a todas mis amigas revolucionadas, porque tanto a mis hermanas como a mis primas como a un montón de amigas Daniel les hizo las fotos de sus bodas. En Jerez bromeábamos diciendo que si no te había hecho las fotos Daniel Carretero es que no te habías casado. Ya le he pasado a Laura como veintitantos contactos". Nati recuerda a Daniel como una persona muy amable y un fotógrafo tremendamente profesional: "Él te guiaba, te pedía que te colocaras de determinada manera, tenía muy en cuenta la luz, el juego de las luces filtrándose a través de mi velo de novia es una maravilla. Era el mejor. Nos sacó guapísimos, tanto en casa como en la Iglesia como en el hotel en el que celebramos el convite"

Daniel Carretero fotografió las celebraciones familiares de varias generaciones de vecinos de Jerez pero hizo muchas más cosas. Su objetivo retrató una época y una sociedad, convirtiéndo en imágenes la historia no sólo de Jerez sino de toda Andalucía en las últimas décadas. "Fotografió la Feria de Jerez, suya es una de las fotos más conocidas de la entonces reina Sofía montada a caballo en El Rocío, hizo crónica social en el circuito de Jerez, procesiones de Semana Santa, las bodegas jerezanas...", recuerda su hija con orgullo.

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Emilio Morenatti, su pupilo

Sin embargo, fueron las bodas su trabajo más repetido. Las populares y las de postín. Y retratando algunos de esos enlaces de la alta sociedad gaditana empezó a enseñar a un joven chaval que con los años llegaría a ganar dos premios Pulitzer de fotografía. Ese chico era Emilio Morenatti, actual director de Associated Press para España y Portugal y uno de los fotoperiodistas más reputados del mundo: "Yo me crié en Jerez y allí Daniel Carretero era el mejor. Mi hermano Miguel había empezado a hacer prácticas con él y cuando necesitaron a una tercera persona que les ayudara, me llamaron. Yo entonces hacía una FP de Delineante que no me gustaba nada de nada".

Aquella colaboración se prolongó durante tres o cuatro años. "Aprendí muchísimo, yo entonces era muy malo, recuerdo que empecé llevando el flash y un día en una boda pisé sin darme cuenta el velo de la novia de manera que no podía seguir avanzando hacia el altar, la gente me decía 'un paso atrás' y pensaba ¿un paso atrás por qué?, menuda bronca que me echó Daniel", ha recordado entre risas.

Morenatti cuenta que de Daniel aprendió la empatía, el dominio de la situación, la actitud, la elegancia de quien se mueve por la escena sin ser visto: "Siempre he pensado que lo más importante de un fotógrafo no es ni el talento ni la técnica sino la actitud que tienes ante el oficio, y Daniel Carretero la tenía, tengo unos recuerdos imborrables. Entrábamos a hacer reportajes de boda de la alta burguesía jerezana en cortijos muy exclusivos. Era un mundo totalmente nuevo para mi y entonces descubrí que la fotografía es una gran llave para entrar en espacios y realidades muy diferentes".

Con los años Emilio dejó Jerez y los derroteros profesionales le llevaron al fotoperiodismo, pero siempre mantuvo algún contacto con el que fuera su primer mentor: "Recuerdo que años después nos encontramos en Sevilla y me dijo: "Has llegado mucho más lejos de lo que llegué yo. Y eso que estás solo empezando". Yo le respondí que nadie podía igualarle".

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