La inteligencia artificial en la justicia: más realidad que ciencia ficción
Félix Martín, el fiscal de 'Si Amanece', abre el Juzgado de Guardia para mostrar el papel de la IA en el derecho
La inteligencia artificial en la justicia: más realidad que ciencia ficción
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La inteligencia artificial, al igual que la inteligencia humana, es un concepto complejo de definir. Aún no existe una definición formal y universalmente aceptada. Sin embargo, la Comisión Europea define la IA como un campo de la informática que tiene como finalidad crear sistemas que puedan realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, el razonamiento y la percepción.
Estos sistemas pueden percibir su entorno, razonar sobre el conocimiento, procesar la información derivada de los datos y tomar decisiones para lograr un objetivo dado. Por eso se dice que, lo que era ciencia ficción hace 30 años, ya está aquí y está cambiando la realidad.
Félix Martín reflexiona sobre la incidencia de la IA en la justicia, sobre si está verdaderamente presente, las aplicaciones concretas que tiene, si resuelve juicios en algún país y sus ventajas e inconvenientes. Porque la inteligencia artificial ya está mucho más presente en nuestras vidas de lo que pensamos:
- Compras por internet y publicidad. La IA crea recomendaciones personalizadas, optimiza productos, planea el inventario y gestiona procesos logísticos.
- Motores de búsqueda. Aprenden de los datos de los usuarios para ofrecer resultados relevantes.
- Asistentes personales digitales. Integrados en los smartphones para facilitar tareas diarias.
- Programas de traducción de idiomas. Mejoran traducciones tanto escritas como orales y también se usan para subtitulado automático.
- Casas, ciudades e infraestructuras inteligentes. La domótica, con termostatos inteligentes que ahorran energía, y la regulación del tráfico en ciudades son ejemplos de IA aplicada.
- Vehículos. Aunque los coches autónomos no son comunes, muchos vehículos ya usan funciones de seguridad basadas en IA.
- Ciberseguridad. Ayuda a reconocer y combatir ciberataques mediante el análisis continuo de datos y reconocimiento de patrones.
En el ámbito de la justicia
La inteligencia artificial puede mejorar la rapidez y calidad en la justicia. Algunos ejemplos de esto incluyen:
- Declaraciones judiciales. Programas que transcriben perfectamente las declaraciones de testigos o acusados, facilitando el trabajo de los juristas.
- Textualización de vistas. Programas que textualizan las vistas para acusados, testigos o víctimas sordas, incluyendo corrección de muletillas.
- Cancelación de antecedentes penales. Programas que automatizan este proceso, ahorrando tiempo y problemas a las personas afectadas.
- La IA influye directamente en la automatización de tareas repetitivas y administrativas en bufetes y gabinetes legales, revisando documentos, gestionando trámites y buscando jurisprudencia.
- Por ejemplo, si en vez de un fiscal perdiendo varias mañanas en analizar los videos de una causa para escuchar todas las declaraciones, tiene todas esas declaraciones en formato texto gracias a la IA, tardaría mucho menos tiempo en estudiar la causa y podrá disponer del tiempo que se ha ahorrado en estudiar otros casos.
En algunos países, la inteligencia artificial ya participa en decisiones judiciales:
- En China. La IA elabora escritos de acusación para delitos sencillos con un error del 3%.
- En Holanda. Resuelve aspectos de juicios de separación matrimonial.
- En Gran Bretaña. La IA puede resolver aplicaciones civiles por cantidades menores a diez mil libras.
- En España. La policía usa IA para detectar denuncias falsas con éxito.
Sin embargo, el uso de la inteligencia artificial en justicia plantea preocupaciones. Esto se debe a que se basa en algoritmos que aprenden de datos, pero estos pueden estar sesgados. Por ejemplo, en 2018, un sistema de IA identificó erróneamente a 28 congresistas estadounidenses como criminales, demostrando cómo los sesgos en los datos pueden llevar a errores significativos.
Para garantizar su eficacia y equidad, es esencial la transparencia y control público en los mecanismos de IA aplicados a la justicia. La IA debe ser una herramienta de ayuda para jueces y fiscales, permitiéndoles analizar, sistematizar y estructurar casos, sin reemplazar la intuición, ética y empatía humanas necesarias para juzgar conductas humanas. La nuevas tecnologías pueden ser beneficiosas en la justicia, pero deben ser utilizadas con el control y la supervisión adecuadas, sirviendo como apoyo a los profesionales del derecho.