Lewis Hamilton vuelve a ganar casi tres años después en una carrera marcada por la lluvia en Silverstone

Los buenos circuitos nunca decepcionan en la Fórmula 1 y Silverstone es uno de ellos. El viejo aeródromo de la Segunda Guerra Mundial nos ha dejado esta tarde una gran carrera marcada por la lluvia intermitente, en la que la victoria ha sido para Hamilton. El inglés vence delante de su público y se sube a lo más alto del podio por primera vez desde el GP de Arabia Saudí en 2021. George Russell, que partía desde la pole, tuvo que abandonar, mientras que el podio lo ocupan Verstappen y Norris. Sainz termina 5º con la vuelta rápida y Alonso es 8º al final.

Triplete inglés en la clasificación del GP de Gran Bretaña: Russell se lleva la pole seguido de Hamilton y Norris

La salida fue relativamente tranquila y casi todos los pilotos mantuvieron sus posiciones. Verstappen si estuvo lo bastante listo como para arrebatarle la tercera posición a Norris y colarse detrás de los dos Mercedes, pero el mejor en la arrancada fuer Leclerc, que subió hasta tres posiciones después de una mala clasificación. Sainz, 7º y Alonso, 10º, mantuvieron las posiciones de salida, con Pérez arrancando la remontada desde muy abajo después de partir desde el pitlane. La protagonista iba a ser la lluvia en la siguientes vueltas: a Verstappen no tardaron en decirle por radio que para la vuelta 14 la probabilidad aumentaba.

Verstappen, precisamente, empezó a tener problemas muy pronto. Norris recibió luz de verde de McLaren para apretar y el británico no tardó en arrancarle las pegatinas al campeón del mundo, que parecía tener problemas con su Red Bull. Piastri hizo lo propio pocas vueltas después y, en la cabeza, Hamilton le enseñó el diente a Russell y acabó por robarle la posición. La lluvia llegó a Silverstone con timidez, la misma con la que los equipos empezaban a plantearse cuál era el momento más adecuado para montar ruedas de lluvia.

Al final, Leclerc fue el primero en apostar por la rueda de lluvia, cayendo hasta el final de la tabla. Pérez, que ocupaba las últimas posiciones, hizo lo mismo, pero pronto se demostró que había sido un error. La lluvia intermitente cesó muy deprisa y Pérez no tardó en quejarse de que el suelo estaba demasiado seco para ruedas intermedias. Se esperaban más chubascos y más potentes a lo largo de la carrera, pero los pilotos que mantenían los medios, sobre todo los McLaren, ganaron la primera apuesta.

El liderato se rompió cuando la lluvia volvió. Norris fue el primero en entrar mientras, seguido de Hamilton, mientras Piastri intentaba mantener el coche sobre la lluvia para parar en la vuelta siguiente. El australiano perdió varias posiciones con los pilotos que cambiaron sus gomas antes, como Russell o Sainz. Para la vuelta 29, todos montaban ya neumáticos de lluvia bajo el chaparrón inglés.

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Aparecieron los problemas mecánicos para agitar aún más el tema. George Russell, después de unas vueltas con problemas y después de partir desde la pole, el inglés se veía obligado a abandonar por fallo mecánico. Suerte parecida corría Carlos Sainz, con un fallo en la parte eléctrica de su motor que lo dejaba con unos 160 CV menos que sus competidores. Cuando la lluvia volvió a marcharse y el sol brilló sobre Silverstone, tocaba elegir el neumático de seco con el que continuar. Y McLaren falló al montarle blandos a un Norris que no iba a poder al final con ellos. En cabeza rodaba Hamilton, pero por detrás asomaba un Verstappen que volaba con las duras.

Verstappen arrancó la caza sobre Norris, porque la venganza del inicio de la carrera quería servirla el neerlandés en plato frío. Aprovechando la recta larga del trazado inglés, el Red Bull volaba y dejaba atrás al McLaren. Con sólo tres vueltas para el final, no había tiempo suficiente para que el neerlandés atrapara a Hamilton en la cabeza. El siete veces campeón del mundo volvía a ganar por primera vez desde Arabia Saudí 2021, ante su público y en su circuito local.