Salvador Illa logra ser investido como president de la Generalitat de Cataluña tras el truco de ilusionismo de Puigdemont

Fumata blanca en el Palau de la Generalitat. Contra todo pronóstico, el socialista Salvador Illa ha logrado ser investido este jueves como president de la Generalitat de Cataluña gracias a los votos de PSC, ERC y Comuns. Todos los focos estaban puestos en Carles Puigdemont y su posible detención, pero, en un imprevisible giro guion, el expresident de Cataluña ha desaparecido tras hacer un discurso delante de miles de personas y se encuentra en paradero desconocido. Sin embargo, su no arresto ha permitido que el pleno de investidura no se suspenda, como vaticinaron e incluso han intentado desde Junts, lo que ha permitido que Salvador Illa releve a Pere Aragonès al frente del Govern catalán.

Así, esta inusual jornada ha puesto fin a 14 años de gobiernos independentistas en Cataluña. Ahora se produce un cambio de ciclo de la mano del que fuera ministro de Sanidad y desde el PSOE se felicitan porque consideran que este hito pone punto y final al procès catalán. A favor han votado, como era previsible, los 42 diputados del PSC, los 20 de ERC y los 6 de los Comuns. En cambio, en contra, han votado los 34 de Junts (que han contado con un diputado menos porque Puigdemont no ha delegado su voto), los 15 de PPC, los 11 de Vox, los 4 de la CUP y los 2 de Aliança Catalana.

Sin embargo, todavía se desconoce cuál será el impacto que puede tener el acuerdo de investidura, que incluye unas condiciones similares al concierto vasco para Cataluña. ERC lo anunció como una gran victoria, mientras desde el PSOE guardaron un llamativo silencio que todavía se mantiene, especialmente entre los altos cargos del Gobierno. Los que no han callado han sido los socialistas críticos habituales, como García Page o Lambán, quienes acusan a Sánchez de rendirse ante los independentistas. De fondo, el histórico debate de la financiación autonómica que el Ejecutivo confía en resolver con una medida similar al 'café para todos' y cuyo encaje económico se antoja complejo.

De esta forma, Illa y Aragonès se reunirán este viernes para el traspaso institucional y días después echará andar la legislatura del socialista. En el discurso que ha hecho tras la votación, ha prometido "gobernar para todos, asumiendo la diversidad de la sociedad catalana" y ha añadido: "Ha sido un día complejo, pero quiero agradecer a todos su esfuerzo. Es un momento histórico de cambios, con riesgos, pero para el que hará falta el apoyo de todos, incluidas las sociedades civiles".

Por su parte, desde ERC ya le han advertido que lo pactado no es un acuerdo para la legislatura, sino solo para la investidura, por lo que Illa deberá negociar sus apoyos con las diferentes fuerzas parlamentarias para sacar adelante sus iniciativas. El Govern, al menos en su arranque, estará compuesto únicamente por miembros del PSC, pero no se descarta que se sume alguno de los Comuns conforme va avanzando la legislatura.

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Durante la sesión parlamentaria, en la que los ojos estaban puestos en Puigdemont, Illa también ha tenido un gesto con Junts y ha exigido la aplicación "rápida y sin subterfugios" de la ley de Amnistía. "Cataluña no puede perder el tiempo y tiene que contar con todo el mundo", ha añadido. Además, ha hablado de las tres fases de transformación histórica de Cataluña, la que inició Jordi Pujol, la modernización impulsada por Maragall y Montilla, y la que arrancó con Pere Aragonés, que él espera desarrollar.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha felicitado pocos minutos después a Illa por su nombramiento como president: "Hemos trabajado juntos en las circunstancias más adversas. Sé de tu amor por Catalunya. Conozco tu templanza, sentido común y capacidad de trabajo. Justo lo que necesita Catalunya. Serás un gran President. Catalunya gana, España avanza. Enhorabuena".

El truco de Puigdemont que ha permitido investir a Illa

La jornada ha comenzado con el discurso de Puigdemont en Barcelona, tal y como estaba planificado. Lo que no era esperable es el truco de ilusionismo, al estilo de 'La Casa de Papel', a través del cual ha logrado desaparecer delante de miles de personas y centenares de mossos. Cuando todas las miradas estaban puestas en él y el resto de dirigentes de Junts, ha finalizado su discurso con un "viva Cataluña libre" y se ha evaporado. Puigdemont ha empleado dos vehículos para evitar su detención y se ha producido una persecución, hasta que la policía ha perdido la pista a los dos coches.

Por el momento hay dos mossos detenidos por colaborar presuntamente con la huida del expresident, ambos fuera de servicio. El primero de ellos, que ha sido puesto en libertad provisional, es el titular de uno de los coches empleados en la huida y se le imputan los delitos de obstrucción a la justicia y omisión del deber de perseguir delitos.

Este viernes, en rueda de prensa, darán explicaciones sobre lo ocurrido los máximos cargos responsables de lo sucedido. El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, el director general de la policía, Pere Ferrer, el comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent, y su número dos, la comisaria Rosa Bosch, darán más detalles sobre lo que ha fallado. Sin embargo, en privado admiten que lo sucedido este jueves ha sido "vergonzoso" y admiten la mala imagen dada.

Así, este inesperado cambio de estrategia de Puigdemont, que llegó a asegurar que estaba dispuesto a ser detenido para demostrar la "represión del Estado español", ha permitido que la sesión de investidura en el Parlament no se suspenda, pese a que Junts lo ha intentado, y Salvador Illa ha terminado investido president de la Generalitat. El líder de Junts, que aseguró que dejaría la política si no conseguía los votos suficientes para ser reelegido president, ha vuelto a España para fugarse poco tiempo después, generando un enorme desconcierto entre los catalanes, independentistas incluidos.