Alemania establecerá controles en todas sus fronteras terrestres durante seis meses

El gobierno de Olaf Scholz en Alemania ha endurecido su mensaje contra la inmigración azuzado por dos sucesos casi paralelos: el atentado de Solingen reivindicado por el Estado Islámico y las elecciones en Turingia y Sajonia que han supuesto el mejor resultado para la extrema derecha desde la época del nazismo. Con otras elecciones regionales a la vista donde los ultras son también favoritos, en este caso en Brandeburgo, el ejecutivo germano ha anunciado la implantación de controles en todas sus fronteras terrestres.

"El objetivo es limitar aún más la inmigración irregular y protegernos del grave peligro que suponen el terrorismo islamista y otro tipo de crímenes graves", ha explicado en rueda de prensa la ministra del Interior de Alemania, Nancy Faeser. La dirigente ha explicado que ha puesto en conocimiento de la Comisión Europea esta decisión, que reconoce que tiene "un gran alcance" considerando que Alemania tiene frontera con nueve países.

Ya existían controles en los puestos fronterizos de Suiza, Austria, República Checa y Polonia, pero ahora Alemania mira también al oeste y al norte, y los establece en las fronteras con Francia, Luxemburgo, Países Bajos, Bélgica y Dinamarca. La medida se implantará el próximo 16 de septiembre y se extenderá durante 6 meses. Faeser reconoce que deberá negociar en todo caso los detalles con estos países vecinos, ya que algunos como Austria han mostrado ya su rechazo a aceptar a personas que, a su vez, no hayan conseguido entrar en Alemania.

División interna

Faeser no ha dado muchos detalles de cómo se endurecerán los controles, aunque sí que se establecerá el rechazo en la misma frontera de aquellas personas que porten documentación falsa o que no tengan visado si lo necesitan para entrar en Alemania. En este momento, la policía germana sólo puede rechazar en la misma frontera a las personas que no presenten una solicitud de asilo.

Aún así, la ministra ha avisado de cuál puede ser el rumbo del gobierno de Scholz en los próximos meses, ya que se plantea llevar a cabo "rechazos masivos" que según ella quedarán avalados por una fórmula legal que va a presentar a la oposición y a los gobiernos regionales en los próximos días. La ministra ha confirmado también que la policía fronteriza contará con mayores recursos.

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Algunos dirigentes de zonas fronterizas, como Baviera, han pedido un mayor control frente a la inmigración irregular y que se acelere la deportación de quienes no han conseguido asilo en Alemania, al tiempo que miembros de la parte liberal del gobierno de coalición alemán también ven con buenos ojos este tipo de medidas. Sin embargo, los ecologistas, presentes también en el ejecutivo de Scholz, han destacado que este tipo de decisiones pueden generar fricciones con las políticas de asilo de la Unión Europea.

Según establece el acuerdo de Schengen, una medida de este tipo sólo puede estar vigente de manera excepcional y durante un tiempo limitado, si bien Alemania no ha tenido impedimentos desde Bruselas para establecer controles ya en las fronteras con los países vecinos por el sur y por el este . El gobierno alemán anticipó además medidas para endurecer el acceso a las armas o facilitar la deportación de inmigrantes con antecedentes violentos después del atentado de Solingen.