Cuba está llegando al límite de lo soportable

Madrid

Hugo Chaves se declaraba discípulo de Fidel Castro y Nicolás Maduro debe sentirse discípulo de sus herederos. Unos y otros alumnos llevan al desastre a sus respectivos países. Según la ONU, siete millones de venezolanos se han ido del país, hartos de los fraudes electorales, y casi dos de los diez millones de habitantes de Cuba están en el exilio político o económico.

Según las crónicas publicadas en El País seiscientos mil cubanos no disponen siquiera de agua potable por el deterioro de la red de suministros y los larguísimos cortes de electricidad que sufre toda la población. El gobierno ha pedido al programa de alimentos de la ONU leche para poder alimentar a los niños menores de dos años. Cada día se registran más incidentes en la calle con personas que no pueden aguantar más el deterioro de la situación económica y alimentaria.

Atentos a lo que pasa en Venezuela, no prestamos quizá mucha atención al calvario que están sufriendo los cubanos, faltos de tantas cosas que por faltar les falta hasta azúcar. El primer ministro cubano es bastante desconocido fuera de la isla, se llama Manuel Marrero, usa mano de hierro con los manifestantes y se dedica, por lo que se ve, únicamente a garantizar el negocio del turismo. Marrero es objeto de todo tipo de chanzas porque lo único que les sobra a los cubanos es agudeza y socarronería. Pero están llegando al limite de lo soportable.