"Hizo algo que nunca hace un sumiller": Buenafuente cuenta su momento de tensión en un restaurante
Berto Romero no da crédito a lo que le pasó a su compañero
Hizo algo que nunca hace un sumiller Buenafuente cuenta su momento de tensión en un restaurante
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Todos conocemos bien ese momento en el que estás comiendo o cenando en un restaurante y, al pedir una botella de vino, el camarero la abre frente a nosotros y nos da a probar. Por lo general, este suele estar en buen estado y ser de nuestro gusto, por lo que, tras el visto bueno del catador, el sumiller pasa a llenar las copas de los comensales. Pero, ¿qué pasa si el vino está picado? Andreu Buenafuente ha compartido en el último programa de 'Nadie sabe nada' junto a Berto Romero la surrealista anécdota que vivió en un restaurante hace unos años.
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El momento surgía porque, cuando Buenafuente se disponía a leer la experiencia de una oyente, la música que le ponían los técnicos para acompañar el relato no le convencía, por lo que tenía que pedir en varias ocasiones que se la cambiasen. "Esto es como cuando te traen vino y está picado todo el rato. A la tercera te bebes vinagre si hace falta, porque el cuarto no lo devuelves", le decía a Romero.
Berto reconocía que no se sentía identificado con la comparación porque nunca le había sucedido algo así. Ha sido entonces cuando el de Reus ha procedido a detallar la situación que vivió en un restaurante, cuando tuvo que decirle a sumiller hasta en tres ocasiones que el vino que le estaban trayendo estaba picado. Buenafuente explica que las dos primeras veces el responsable se mostró amable con él y su acompañante, cambiando sin dudarlo la botella, pero que la situación no fue igual a la tercera.
"Tiene cojones"
"¿Te ha pasado, un triple?", decía Berto Romero a Buenafuente, que no daba crédito que a su compañero le hayan traído un vino malo hasta tres veces en la misma comida. Andreu ha preguntado entonces a Romero qué haría él si tuviese que devolver por tercera vez una botella de vino en un establecimiento.
"Yo me lo bebo", decía el de Cardona sin dudar, ante la vergüenza de tener que reclamar una vez más. "A la tercera yo tiendo a pensar que es mi boca la que está estropeada. Yo llevo el picado en la boca, tengo una muela picada. Estoy avinagrado. Esto es lo rancio que soy que ya lo noto hasta en el vino", decía bromeando Berto Romero.
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Buenafuente le seguía la broma asegurando que su colega "corrompe los líquidos", antes de contar que él sí que lo reclamó una tercera vez, aunque le daba tanta vergüenza que dejó que lo hiciese su acompañante. El cómico asegura que el sumiller se acercó a la mesa ya no tan amable, ante la incredulidad de que una tercera botella pudiese estar en mal estado.
"Entonces hace una cosa que nunca hace un sumiller, porque el sumiller nunca duda de ti", continúa contando a un atento Berto Romero. Buenafuente asegura que a la tercera vez, el responsable de vinos y licores del restaurante probó el mismo el vino. Tras unos segundo de tensión, el sumiller corroboró que, efectivamente, el vino estaba en mal estado, lo que le llevó a deducir que toda la caja debía de estar mal. "Tiene cojones que te traigan de la bodega toda una caja picada", sentenciaba el de Reus, que explica que después de eso, pidió una coca-cola zero.