Del coro al caño, del caño al coro
Otra como el tomate: parece una conquista democrática, pero es la herramienta favorita de quienes quieren derribar la democracia
Ignacio Martínez de Pisón: "Del coro al caño, del caño al coro"
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Madrid
Me dicen que el tomate es una fruta y me lo creo. Vale, técnicamente el tomate será una fruta, pero a nadie se le ocurriría poner tomate en una macedonia. Que algo sea una cosa, pero a todos los efectos se comporte como la cosa contraria, es bastante habitual.
Fíjense en la figura de la acusación popular, consagrada en la Constitución como una vía para que los ciudadanos participen en la administración de justicia, pero utilizada sobre todo por los profesionales de la extorsión. Otra como el tomate: parece una conquista democrática, pero es la herramienta favorita de quienes quieren derribar la democracia.
El último ejemplo es el de la denuncia interpuesta contra la presidenta de la Agencia Estatal de Meteorología por la organización ultraderechista Manos Limpias, acostumbrada a disparar a todo lo que se mueve. ¡Ahora va a resultar que la AEMET, que alertó a tiempo sobre la DANA de Valencia, va a ser la responsable de la catástrofe!
La verdadera acusación popular le correspondería ejercerla a la fiscalía, pero, claro, ¿quién se fía de una institución tan condicionada por los vaivenes de la política? Para suprimir la acusación popular, que no existe en el resto de democracias europeas, habría que desmontar y volver a montar toda la arquitectura del sistema judicial español, y en eso los partidos políticos, que están siempre del coro al caño, del caño al coro, nunca se pondrán de acuerdo.