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Sociedad

Charles Manson III: Los crímenes de Cielo Drive

Félix Martín, fiscal de 'Si amanece', abre el Juzgado de Guardia de esta semana con la tercera parte de la historia de uno de los mayores criminales de Estados Unidos. Esta vez para analizar el asesinato de la actriz Sharon Tate en Beverly Hills, mujer por aquel momento del director de cine Roman Polanski

Charles Manson: la reencarnación del mal III

Charles Manson: la reencarnación del mal III

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Hace dos semanas iniciamos la historia de Charles Manson, considerado uno de los grandes asesinos de la historia de los Estados Unidos, analizando su figura como supuesto icono popular. Y recorriendo los primeros años de su vida desde que nació en 1934 en Cincinatti.

La semana pasada hablamos de dos años muy importantes de Manson: de 1967, cuando sale de prisión en la que estaba desde 1961, con 32 años, y hasta 1969. En estos años, se instaló en California y creó una secta, 'La Familia Manson', mayoritariamente conformada por mujeres jóvenes con problemas familiares y de autoestima.

En esta tercera entrega de la historia de Charles Manson, Félix Martín abre el Juzgado de Guardia con uno de los asesinatos que más ha conmocionado a los Estados Unidos, y probablemente uno sobre los que más se ha escrito: los crímenes de Cielo Drive del 9 de agosto de 1969.

En estos crímenes unos fanáticos seguidores de Manson asesinaron con una crueldad extrema a cinco personas, una de ellas una mujer embarazada de 8 meses, Sharon Tate, famosa actriz, mujer por aquel entonces del cineasta Roman Polanski, que salvó probablemente su vida al estar rodando una película en Europa en ese momento.

¿Cómo fue posible el salto de este grupo a crímenes tan graves?

'La familia' se convirtió desde sus orígenes en una secta. Los componentes principales de esta son: culto mesiánico a la personalidad de Manson, sexualización de los comportamientos en torno al líder, uso de sustancias estupefacientes para fomentar el grupo y la desconexión con la sociedad y el establecimiento de un aislamiento creciente.

Además, la organización se caracterizó por tener un discurso segregacionista y de odio racial. Manson se obsesionó con la canción de los Bettles Helter Skelter y su propia interpretación de la letra. Manson defendía que esa canción escondía un mensaje secreto que sólo él había sabido descifrar: según él era el aviso de una guerra racial en la que las personas negras iban a intentar acabar con la vida de los blancos para dominar el mundo.

Hay un tercer ingrediente, la actividad criminal, Manson financiaba su grupo para tener la vida más cómoda posible. Una actividad criminal que va in crescendo, pero que siempre existió. UsabaN los robos a pequeñas a escala, la prostitución y el tráfico de drogas. En este último ámbito delictivo entró en conflicto con otras bandas formadas por afroamericanos, y el conflicto fue subiendo de temperatura.

La fatídica noche del 9 de agosto de 1969

Manson envió a su hombre de confianza, Tex Watson, acompañado de tres de las chicas más leales y que llevaban más tiempo en 'La Familia': Susan Atkins, Linda Kasabian y Patricia Krenwinkel. Todos tenían entre 21 y 23 años. La orden era matar a todos los que estuviesen en la casa de Cielo Drive de la peor manera posible.

Allí no reside ningún productor musical, viven desde hace muy poco tiempo la actriz Sharon Tate junto a su esposo Roman Polanski. No obstante, él está en Londres buscando escenarios para la que va a ser su próxima película, El día del delfín.

Lo primero que hace Watson es trepar a un poste para cortar la línea telefónica. Tras esto, los miembros saltan al interior de la finca con cuchillos de caza y un revólver de calibre 22. El objetivo es llegar a la casa, no sin antes acabar con un chico de 18 años que se habían encontrado por el camino, y reunir al resto de los huéspedes. Uno de ellos es Wojciech Voytek Frykowski, un inmigrante polaco director de cine. También asesinan a sangre fría a la novia del director, Abigail Folger.

En uno de los dormitorios está un hombre sentado en la cama hablando con una mujer embarazada. Son Jay Sebring y su exnovia, Sharon Tate, que tiene veintiséis años, es una de las actrices de moda del momento, y está embarazada de ocho meses. No es un impedimento para que los asaltantes la golpeen y la aten por el cuello al cadáver de su antiguo amante. Tampoco para que la apuñalaran hasta en 16 ocasiones, empezando por el estómago.

Fue tal el salvajismo de la escena del crimen que los investigadores salían muy afectados cuando la examinaron. La mayoría no podían permanecer en la escena muchos minutos.

¿Qué pasó después de estos crímenes?, ¿Cómo continuó la estrategia de Manson?

Manson quería que estallara el conflicto social, por eso no podía parar ahora, tenía que dar un paso más.

La noche siguiente, 10 de agosto de 1969, con Hollywood aún aterrorizado por lo vivido, el propio Manson junto a los cuatro autores del crimen de Sharon Tate, a los que se sumaron Leslie Van Houten y Steve Dennis Grogan, entraron en la casa del matrimonio formado por Leno y Rosemary LaBIanca. Él era un ejecutivo de supermercados y ella, copropietaria de una tienda de ropa. Y repitieron sus crímenes, aunque con la peculiaridad, de que Manson entró esta vez en la escena de los asesinatos. Fueron asesinados con brutalidad, les propinaron 50 puñaladas. Con la sangre de ambos, escribieron en las paredes ''War'' (guerra) o el ya conocido “Helter Skelter” en un frigorífico.

¿Qué efecto provocó en la sociedad norteamericana?

Manson y su grupo tardaron casi cuatro meses en ser detenidos. Durante todo ese tiempo Estados Unidos, y buena parte de la sociedad mundial, estaba en estado de shock. La paranoia, el miedo a que estallara una guerra racial y las teorías conspiratorias de lo que había ocurrido dominaron el país.

En un precioso artículo de 1999 escrito por Rocío Ayuso en El País, con ocasión del 30 aniversario de estos crímenes, ponía los siguientes 5 ejemplos:

1. Comenzó la caída de la cultura hippie californiana y la forma en la que hasta entonces era percibida la generación del amor libre y las drogas.

2. También cambió para siempre el acceso a los famosos, que aprendieron a cerrar las puertas de sus mansiones, a celebrar fiestas sólo por invitación y a rodearse de un ejército de guardaespaldas y portavoces, que limitan su contacto con el mundo exterior.

3. La histeria desencadenada por estos asesinatos hizo que Frank Sinatra decidiera esconderse en paradero desconocido.

4. Mia Farrow, pensando que su trabajo en la película de Roman Polanski, La semilla del diablo, le podría costar ser la siguiente víctima, no quiso asistir al funeral de Tate.

5. Una tienda de armas del barrio de Beverly Hills, acostumbrada a vender dos o tres armas al día, vendió 200 diarias en los días que siguieron a las muertes.

 
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