Un historiador investiga un trágico suceso de la Edad Media y descubre una nueva forma de dormir: "Primer sueño"
De forma repentina, surgió la posibilidad de abrir una nueva vía de investigación rescatando métodos del pasado
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San Juan durmiendo, detalle del fresco de la Última Cena, de Andrea del Castagno / DEA / G. DAGLI ORTI
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En la década de los 90 del siglo pasado, Roger Ekirch estaba trabajando en un libro sobre la nocturnidad a lo largo de los tiempos, para lo que tuvo que documentarse de manera muy amplia y precisa. En busca de más información para su escrito, el historiador acudió a la Oficina de Registro Público de Londres, que contenía todos los Archivos Nacionales del Reino Unido, y allí encontró un texto que aparentemente no entrañaba demasiado misterio, pero leyéndolo se dio cuenta de un detalle que le hizo sorprenderse e iniciar una investigación.
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Se trataba del testimonio de Jane Rowth, que declaraba tras el secuestro y asesinato de su madre. La niña de nueve años relató todo lo ocurrido con detalles tanto concretos como cotidianos, y uno de ellos fue el que llamó la atención de Ekirch, ella habló muy de soslayo sobre un "primer sueño", refiriéndose al momento en el que se despertaron y se llevaron a su progenitora. Algo sin importancia, al parecer, pero realmente fue todo un descubrimiento. "Se refirió a ello como si fuera completamente normal", dijo Roger, dándose cuenta de que esto podía significar que había más de una cabezada durante la noche.
Cabía la posibilidad de que fuera una cosa interna de esa familia o simplemente una anécdota, pero tras la revisión de infinidad de documentos se dio cuenta que no. Había referencias por doquier de lo que este bautizó como "sueño bifásico". Esas menciones están ubicadas en grandes obras y también en pequeños textos, abarcando miles de años, en algunos tan reconocibles como Los cuentos de Canterbury (1387-1400), de Geoffrey Chaucer; Beware the Cat (1561), de William Baldwin; e incluso en la obra griega del siglo VIII a. C. La Odisea. Se dio cuenta de que más que una anécdota era una costumbre arraigada.
El fenómeno del sueño doble
Según Ekirch y recogió BBC Future, la rutina de sueño en torno al siglo XVII comenzaba con una primera cabezada de unas dos horas, comenzando sobre las 21:00 horas, sobre colchones rellenos de paja, trapos o plumas en los más pudientes y en el suelo los más pobres. De hecho, estos últimos solían hacerlo en comunidad, con su familia e incluso desconocidos. Una vez se despertaban de ese primer sueño, se quedaban hasta la 1:00 en vela, en un periodo de tiempo al que se le conocía como 'reloj'. Era un momento de convención social que dedicaban a "casi cualquier cosa", como seguir trabajando, ordenar, hacer actos religiosos, reflexionar, inventar o mantener relaciones sexuales.
Después de ese rato de vigilia, las personas se volvían a acostar hasta el amanecer. Tal y como apunta el historiador, encontró referencias a este "sueño bifásico" incluso en obras de Publio Virgilio (siglo I a. C.), Tito Livio (entre el siglo I a. C y el I d. C.), Plutarco (siglo I d. C.) o Pausanias (siglo II d. C.). De hecho, no solo es una costumbre de los humanos, sino que se encuentra en el reino animal. Pero la gran revelación para Ekirch fue un artículo del New York Times que data de 1995 y relata un experimento precisamente sobre ese tipo de rutinas, en el cual Thomas Wehr, científico del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, cambió los patrones de descanso de varias personas.
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Se demostraron cambios biológicos en cuanto al sueño que exponían la posibilidad física de ello e incluso sobre algunos beneficios, pues este estilo es más natural. "Leer sobre el experimento fue, además de mi boda y el nacimiento de mis hijos, probablemente el momento más emocionante de mi vida", expuso en su momento un emocionado Roger. Explicó que esta práctica empezó a olvidarse allá por la Revolución Industrial, ya que "la iluminación artificial se volvió más predominante y poderosa, y además de alterar los ritmos circadianos de las personas, permitió que se quedaran despiertas más tarde", hasta quedar desterrada por completo a finales del siglo XX.
![Persona con insomnio. Imagen de archivo.](https://cadenaser.com/resizer/v2/A3QSDEBFRFHC7O6YZZUHUWLCS4.jpg?auth=6a295284bcea5ded56aebab13aab1729429c4f3bcfe91928c649089bb6b169e2&quality=70&width=650&height=487&smart=true)
Persona con insomnio. Imagen de archivo. / Boy_Anupong
![Persona con insomnio. Imagen de archivo.](https://cadenaser.com/resizer/v2/A3QSDEBFRFHC7O6YZZUHUWLCS4.jpg?auth=6a295284bcea5ded56aebab13aab1729429c4f3bcfe91928c649089bb6b169e2)
Persona con insomnio. Imagen de archivo. / Boy_Anupong
Así, ante los trastornos del sueño que sufre la sociedad en la actualidad, el experto sugiere que "cuando la gente se entera de que esto pudo haber sido completamente normal durante milenios, disminuye un poco su ansiedad", sin embargo, a pesar de los problemas que se han desarrollado en esta materia, sobre todo después de la pandemia del coronavirus, considera que estamos en una época soñada, nunca mejor dicho, para el descanso, gracias a las comodidades de las que disponemos, y volver a las rutinas del "sueño bifásico" no cabe a día de hoy. "No hay vuelta atrás porque las condiciones han cambiado".
![Miguel Muñoz](https://s3.amazonaws.com/arc-authors/prisaradio/79fe95d8-d8e2-472c-b44b-d46c857f6083.png)
Miguel Muñoz
(Linares, 1992) Periodista, SEO y redactor en la sección de deportes de la Cadena SER. Graduado en Periodismo...