Japón combate su peor incendio forestal en décadas con más de 2.000 hectáreas arrasadas
Una persona ha perdido la vida y 84 viviendas han sido destruidas

Un helicóptero militar ayuda con los esfuerzos para combatir el incendio en Ofunato, el 28 de febrero de 2025. EFE.

El incendio forestal que azota la ciudad de Ofunato, en la prefectura de Iwate (norte de Japón), se ha convertido en el más devastador registrado en el país asiático en más de tres décadas. Desde su inicio el pasado miércoles, las llamas han consumido más de 2.100 hectáreas, obligando a la evacuación de miles de personas y dejando un saldo de al menos un fallecido y 84 viviendas destruidas.
Las condiciones climáticas han jugado un papel determinante en la rápida propagación del fuego. La falta de lluvias y los fuertes vientos han dificultado las labores de extinción, haciendo que el incendio se expanda a áreas boscosas y urbanas en los alrededores de Sanriku. Japón registró en 2024 su año más caluroso desde que se tienen registros.


El Gobierno japonés ha movilizado un operativo de emergencia, con la participación de unos 2.000 bomberos de 453 departamentos de todo el país. Además, 16 helicópteros del ejército han sido desplegados para intentar contener el avance del fuego.
"Estamos trabajando en apagar el fuego lo antes posible mientras buscamos la seguridad de los residentes", declaró este lunes el portavoz gubernamental Yoshimasa Hayashi en una rueda de prensa.
Más información
Las autoridades han emitido nuevas órdenes de evacuación que afectan a más de 1.100 personas, trasladadas a 12 centros de acogida. Desde el inicio del incendio, más de 4.600 residentes han tenido que abandonar sus hogares.
Las costas del sur de Iwate llevan en alerta por clima seco desde el 18 de febrero, lo que ha favorecido la propagación de las llamas. El observatorio meteorológico local advirtió que las condiciones de sequedad persistirán en los próximos días, aunque las temperaturas han descendido tras un fin de semana cálido.
Las autoridades siguen evaluando los daños y advierten que el número de casas afectadas podría aumentar a medida que se avance en la contención del incendio. La prioridad sigue siendo la extinción del fuego y la protección de la población, en lo que ya es la mayor catástrofe forestal en Japón desde 1992.